Las elecciones de gubernaturas en Coahuila y el Estado de México constituyen una prueba para los órganos electorales locales y los de sanción, debido a los evidentes desvíos de recursos e intervención de funcionarios públicos de cara a los comicios federales de 2024, coincidieron especialistas del Departamento de Estudios Políticos, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).
En rueda de prensa, José Antonio Elvira de la Torre dijo que los comicios del próximo domingo 4 de junio en ambas entidades van a ser una muestra de la forma en la que están compitiendo los partidos políticos, la posible intervención de funcionarios públicos y el desvío de recursos para las campañas.
“La forma en la que se está compitiendo en estas elecciones estatales, y el que se trata de incidir o no en el resultado electoral va a ser algo que se va a mantener en el proceso federal. El desvío de recursos gubernamentales es terriblemente preocupante, y es una de las cosas que está impactando estos dos procesos. Es francamente evidente cómo, desde los gobiernos municipales, estatales y el federal, están haciendo uso indebido del papel de sus funcionarios, que tendrían que tener una restricción clara, y del uso de recursos públicos. Hemos visto entidades gobernadas por la coalición gobiernista y que han estado volcadas a respaldar a los candidatos de los partidos, y eso significa mucho; por supuesto que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) está haciendo lo mismo”, declaró.
Añadió que hay “un choque de trenes, en términos de estructuras partidistas” que no es conveniente de cara a las elecciones federales, pues los órganos electorales “están cada vez más debilitados” para hacer cumplir las disposiciones legales.
Juan Jesús Ramírez Ramírez, coordinador de la licenciatura en Estudios Políticos y de Gobierno, recordó que los intentos de reforma en la legislación electoral y del Instituto Nacional Electoral han sido pausados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por lo que esta elección será regida por la normativa electoral vigente; aunque los organismos públicos electorales locales serán los que lleven el peso de este proceso, “y deberán demostrar que están a la altura y tienen la capacidad para organizar”.
El académico afirmó que el peso político de ambas entidades es distinto, pues por cada mil electores en el país, en Coahuila hay 25 y en el Estado de México 133; ambas son gobernadas por una coalición liderada por el PRI, con Miguel Ángel Riquelme Solís en Coahuila y Alfredo del Mazo en el Estado de México; además, son localidades en las que este partido es mayoría en el Congreso y los gobiernos municipales.
Ramírez Ramírez detalló que, de acuerdo con las encuestas más recientes, en Coahuila, donde además se renueva el Congreso local, hay una clara tendencia por el candidato de la coalición liderada por el PRI, Manolo Jiménez, a quien lo sitúan entre 42 y 49 por ciento de la preferencia electoral. La encuesta más reciente pone a Jiménez con 46.8 por ciento; a Armando Guadiana, del partido Morena, con 26.8 por ciento y a Ricardo Mejía, del Partido del Trabajo, con 16.2 por ciento; lo que significa que esta entidad podría seguir la tradición de gobiernos priistas.
En el Estado de México, las encuestas de las últimas semanas muestran la ventaja en las preferencias electorales de la candidata de Morena, Delfina Gómez, con entre 59 y 62 por ciento; recientemente, el Diario español El País publicó un promedio de encuestas en el que tiene 54.5 por ciento de la preferencia, por encima de Alejandra del Moral, con 41.3 por ciento. Esto, indicó, significaría que la entidad podría vivir la primera alternancia partidista en el gobierno estatal.
El jefe del Departamento de Estudios Políticos, Armando Zacarías Castillo, afirmó que aunque sí hay un efecto en las preferencias electorales de ambos estados del discurso del Presidente Andrés Manuel López Obrador en las conferencias mañaneras, no es definitivo, porque los partidos políticos regionales han establecido los parámetros de funcionamiento dentro de estas entidades.
“Cada uno de los estados no gobernados por Morena está manteniendo ejes de funcionamiento político, como Chiapas o Coahuila, de manera que la reconfiguración que va a empezar a presentarse a partir del 5 de junio es la definición de las estrategias para las elecciones de 2024”, declaró Zacarías Castillo.