En México la cuarta parte de la población es joven, con un rango de edad de 15 a 24 años; este segmento de población, tras la pandemia ha presentado problemas de violencia, emocionales, hormonales, e incremento a la natalidad.
La jefa de Servicio de Medicina del Adolescente, del Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde, Adriana de Jesús Ascencio Cervantes, explicó en rueda de prensa que en los últimos tres años se ha visto un incremento en la recepción de pacientes con intento de suicidio, ansiedad, trastornos alimenticios, y mujeres de 12 a 17 años con embarazos riesgosos o enfermedades de transmisión sexual.
“A nivel mundial cada día mueren 4 mil 500 jóvenes y adolescentes por accidentes viales; violencia generalizada y suicidios, y las causas son diversos problemas emocionales. A esta problemática se le suma que, en México, durante el primer trimestre de 2024, 42 de cada mil niñas de 15 a 19 años presentaron embarazos, en algunos casos acompañados de enfermedades de transmisión sexual”, informó.
La tasa de embarazos en la adolescencia y juventud preocupa al sector salud debido al incremento exponencial que ha presentado a partir de la pandemia, principalmente porque la mayoría de los casos implica a menores de edad que han tenido relaciones con adultos.
“Actualmente, las jóvenes de 12 a 19 años presentan embarazos con gran regularidad, bajo la idea de que ellas desean ser madres y están listas para serlo. Esto es sorpresivo, pues nos habla de una asimilación al panorama que vivíamos en 1997, donde al año tuvimos 4 mil 741 embarazos”, dijo la encargada de la Clínica de Atención a las Adolescentes Embarazadas del Hospital Civil Dr. Juan I. Menchaca, Hiliana Patricia Romo Huerta.
Dijo que es preocupante esta tendencia, debido a que el riesgo de mortandad que corren es alto y las condiciones biológicas y emocionales pueden verse afectadas y traer consigo problemas posteriores. Agregó que aproximadamente la mitad de los casos que han atendido las dependencias públicas de salud, son embarazos de menores con hombres adultos.
“Puedo decir que de alrededor de 600 embarazos, 200 niñas nos dicen haberlo planeado con su pareja. En cuanto a las personas que tienen relación con adultos, damos aviso a la Fiscalía para que se atienda desde esa dependencia el caso, y si se desea llevar la gestación brindamos acompañamiento durante y posterior al embarazo para evitar problemas graves en la salud”, comentó Romo Huerta.
Entre las causas primordiales que ambas especialistas han visto en consulta es la falta de atención familiar, la necesidad de buscar aprobación y amor, así como el tomar decisiones propias respecto a sus vidas.
“Es importante que, como padres, instituciones educativas y de salud retomemos prácticas de vigilancia y control sobre aquello que consumen las infancias y adolescencias, de esta manera podemos evitar que presenten algunos trastornos, crean que la pornografía es un medio de educación sexual y que tienen la capacidad de tomar decisiones importantes como iniciar su vida sexual o tener un embarazo”, agregó Asencio Cervantes.
Para lidiar con la problemática, las instituciones llevan a cabo programas educativos de salud pública que requieren de las familias y la escuelas para crear consciencia en los menores. “Debemos de volver a trabajar en la anticoncepción, en la autoestima, en la vigilancia de consumo y la importancia de la salud sexual e integral”, reiteró Romo Huerta.