“Más tardábamos en sacarlo cuando de vuelta ya estaba en la cárcel”, comentaba su hija Amparo al recordar las peripecias de Esteban Cibrián como director de Vigía, el periódico emblemático de Zapotlán entre los años de 1939 a 1966 del siglo pasado. Su férrea defensa a la comunidad indígena de Zapotlán, en persona y en escrito, lo malquistaron con la clase pudiente de la localidad.
En ese periódico Juan José Arreola publicó su primer texto: «En Zapotlán escribí mi primer cuento, Sueño de navidad (…) Se publicó en el periódico local El Vigía (sic), la navidad del mismo año de 40″, le comentó a Fernando del Paso en Memoria y olvido.
Hojeando el periódico Vigía, Adrián Gil Pérez, el cronista de Tamazula, me envió, vía WhatsApp, las fotos con algunas publicaciones de Arreola. Las describo: En 1950 se publicó el cuento “El discípulo” incluido posteriormente en Confabulario (1952). Fragmentos inéditos de La feria con una dedicatoria: “A Esteban Cibrián, en el 25 aniversario de Vigía, el periódico que publicó mis primeras letras”. 20 de enero de 1963; el libro salió con fecha de noviembre del mismo año. El primer cuento de Arreola, “Sueño de navidad” se publicó el 1 de enero de 1941, como consta en la fecha de Vigía. El último envío fue el siguiente soneto, con fecha 16 de septiembre de 1951 (el séptimo verso está transcrito tal cual):
A Luis Guzmán
Juan José Arreola
(En una sesión del grupo Arquitrabe, celebrada en su honor)
Tu corazón, una granada abierta.
La púrpura cordial de cada grano
cae como semilla de tu mano,
y el fértil surco del amor acierta.
Sembrador de amistad. Tu pecho alerta
halló su campo y laboró temprano.
Estás en tu jardín Aquí el humano
corazón florece y se despierta.
El arco del violín, con su delgada
hoja de sonido transparente,
va segando las notas como espigas.
Llena tu corazón la mies dorada,
mientras te ciñen la elevada frente
con hojas de laurel, manos amigas.
Este poema está incluido en: Arreola, Juan José (2018). Perdido voy en busca de mí mismo. Poemas y acuarelas. Ciudad de México: FCE
Al leer el soneto se recuerdan los versos: “La granada es corazón/ que late sobre el sembrado,” del poema Canción oriental de García Lorca. La granada, principalmente su jugo, en Zapotlán conserva dos de sus sentidos originales: la fraternidad y la abundancia. Sobre el primero, el ponche de granada florece en las fiestas tradicionales; entre los cargadores de las andas de Señor San José y entre los danzantes: “Danzar para merecer”. Sobre lo segundo, la abundancia en el sentido bíblico, la fertilidad de la tierra prometida: “Y prosiguiendo el viaje hasta el valle de Escol, cortaron un sarmiento con su racimo, el cual trajeron entre dos en un varal. Llevaron también granadas e higos de aquel sitio” Núm. 13:24. El soneto es un agradecimiento, abundante, a Luis Guzmán por su amistad.
Pero ¿quién era Luis Guzmán? Nació en Ciudad Guzmán el 20 de agosto de 1901. Estudió violín en Sayula, con Juan Díaz Santana (1871-1941) el autor de la canción Rayando el sol. Éste había llegado de San Gabriel en 1915 huyendo del clima de intranquilidad en aquella zona. Juan Díaz Santana en Sayula organizó una estudiantina que amenizaba actividades de beneficencia. De ahí se trasladó a Guadalajara.
Luis Guzmán dio conciertos de sonatas por casi treinta años. Vivía en la Ciudad de México pero acudía a Zapotlán seguido. Ofreció conciertos en apoyo a obras benéficas, destacan el Hospital San Vicente, la construcción de las torres del templo parroquial y la reconstrucción de El Sagrario.
En octubre de 1940, en el marco de la Exposición Industrial, coincidieron Luis Guzmán y Juan José Arreola en una actividad cultural. El sitio fue la Escuela Secundaria, sede de la exposición. Luis Guzmán ejecutó piezas musicales con el violín y Juan José declamó poesías.
Sostiene Arreola en Apuntes de Arreola en Zapotlán de Vicente Preciado Zacarías: “El violín —color jamaica— que tocaba Luis Guzmán cuando venía a dar conciertos en Tamazula, Zapotiltic y Zapotlán, era un Storioni. Recuerdo la cabeza rizada del violín”.
En octubre de 1935, Luis Guzmán ofreció conciertos, patrocinados por Bellas Artes México, en Tamazula y Sayula; además de Zapotlán en el Teatro Juárez. En 1934 se presentó en el Teatro Hidalgo de la ciudad de Colima. En enero de 1941, en el cine Reforma, ofreció otro concierto en beneficio de la reconstrucción de la catedral de esa ciudad. En abril de ese mismo año, la ciudad de Colima y Cuyutlán sufrieron por otro gran temblor.
Los casi treinta años de concertista, Luis Guzmán fue acompañado al piano por Xavier Meza Nieto. Ambos fueron catedráticos en la Escuela Superior de Música. Impartieron conciertos, se pueden citar, en la sala Manuel M. Ponce de Bellas Artes y el Teatro Degollado en Guadalajara. Murió en la Ciudad de México en 1998.
El Foro al aire libre ubicado en la plaza principal de Ciudad Guzmán lleva su nombre. Bien quedarían ahí los versos de Arreola: “Estás en tu jardín Aquí el humano/ corazón florece y se despierta”.