El acceso a la energía limpia planteado como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 por la Organización de Naciones Unidas, está lejos de lograrse para esa fecha, afirmó Omar Masera Cerutti, el académico mexicano y Premio Nobel de la Paz 2007, durante la conferencia inaugural del Congreso Iberoamericano de Secado, Cocción y Refrigeración Solar de Alimentos que tuvo como sede el Paraninfo Enrique Díaz de León.
El investigador del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad, de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo que de acuerdo con un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, en Latinoamérica sólo un tercio de las metas planteadas está en camino de cumplirse para el 2030 y a nivel mundial, esta cifra no llega a 10 por ciento, en particular el acceso a la energía limpia, sustentable y accesible.
Recordó que uno por ciento de los países emisores de dióxido de carbono, producen mil veces más per cápita este gas causante de los gases de efecto invernadero, que producen el cambio climático, que el uno por ciento de las naciones más pobres, debido a un modelo de desarrollo consumista, inequitativo y basado en los recursos fósiles.
Señaló que, de acuerdo a diversos estudios a nivel global, de 1992 al 2015, el mundo en general se ha ido haciendo menos sustentable debido a la evolución del uso de energía, que 80 por ciento viene del petróleo y 20 por ciento proviene de energías renovables, aunque esto es una falacia pues no es que las segundas sustituyan a las primeras, sino que son sólo una alternativa añadida.
“Este es un modelo que en un mundo finito no tiene futuro. Nosotros tenemos que cambiar radicalmente de trayectoria, y la única trayectoria es que ahorita es posible para no tener un calentamiento más allá de donde haya consecuencias muy peligrosas para el planeta, y es pasar a cero las emisiones de combustible fósiles en los próximos 27 años. Actualmente consumimos 50 mil millones de toneladas de CO2, entonces ahora lo que está en juego a nivel mundial es cómo y de qué manera se van a hacer esas reducciones”, aseguró.
En la ceremonia inaugural, Héctor Raúl Solís Gadea, Vicerrector Ejecutivo de esta Casa de Estudio, afirmó que este congreso abona al trabajo que académicos de esta y otras universidades han realizado en nuevas tecnologías sustentables y asumir una especie de ética de la Tierra que favorezca el aprovechamiento de los recursos naturales.
“Esto expresa un cambio de época, de dejar atrás las tecnologías destructivas, contaminantes, que destruyen las fuentes de energía naturales y también la vida en el planeta, terminan dislocando la vida social, por ello es muy noble el fin de este congreso”, aseguró.
Celebró que exista este tipo de tecnología que deja al lado los combustibles fósiles y que, a la par, haya una comunidad científica interesada en impulsarla, desarrollarla y generar aplicaciones concretas frente a los intereses industriales que se empeñan en utilizar el petróleo para sus procesos.
“Esto nos da mucha esperanza, pues coloca a las universidades en la posición de contribuir a la conservación del planeta, a la integración del ser humano como parte de la comunidad de la Tierra”, afirmó.
Este congreso es organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma de Campeche, el Centro de Investigación en Materiales Avanzados y la Universidad de Guadalajara.
El congreso se desarrollará del 6 al 10 de noviembre en la sede del Centro Universitario de Tonalá, con un programa que incluye conferencias magistrales, mesas redondas, cursos y talleres sobre secado de alimentos y cocina solar. El programa puede ser consultado en la página https://consycsa.aseerca.org/