En América Latina más de 80 por ciento de la población es urbana, y este crecimiento se ha dado en condiciones de precariedad y falta de servicios. Según la Declaración del milenio de la ONU, se calcula que alrededor de mil millones de habitantes viven en estas condiciones.
Esto lo expresó en rueda de prensa Mayra Eugenia Gamboa González, profesora-investigadora del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) y líder del Laboratorio Media Lab, quien informó que en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) aproximadamente 24 por ciento de la población vive en asentamientos irregulares.
“Estos datos reflejan solamente una condición parcial de la desigualdad urbana; ésta se mide en datos de pobreza, marginación, asentamientos informales, incluso, la desigualdad por ingresos; pero al hablar de desigualdad urbana se tendrían que incluir otros aspectos, ya que es multidimensional”, precisó.
Explicó que no sólo se presenta la desigualdad por ingresos o estructural, sino también de territorio, de género, por edad, y este conjunto de desigualdades tienen una expresión física en el territorio y lo que ocurre en la ciudad nos afecta a todos.
“Somos, en buena medida, responsables de lo que sucede en ellas y de cómo transformarlas. Las ciudades son centros de emprendimiento, innovación, generación de empleos, pero también son profundamente desiguales y esa tendencia se marca cada día más. Zapopan es uno de los municipios más desiguales del país, y en ese sentido la tecnología desempeña papel relevante, siempre ha estado presente, a ella se deben las grandes obras de infraestructura”, declaró Gamboa González.
La académica precisó que necesitamos desarrollar nuevos mecanismos y formas de entender los procesos que se dan en las ciudades, y ahí entra el término de “ciencia de la ciudad” para diferenciar el hecho de que no se trata de tecnificar la ciudad para hacerla eficiente para unas cuantas personas, sino entender primero los patrones y conocimientos de los individuos para que se puedan predecir esos comportamientos y tomar decisiones más informadas.
Ante este panorama, el Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá) y el CUAAD, en colaboración con el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (CINVESTAV), del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), abrieron la convocatoria para ingresar a la maestría en Ciencia de la Ciudad para el calendario 2023–A.
El coordinador del posgrado, Carlos Ignacio González Arruti, dijo que esta maestría propone una construcción estructural, sólida hacia la visión transdisciplinar para comprender los procesos urbanos; se orienta hacia la investigación y promueve el desarrollo de una tecnología de la innovación y aplicación de la investigación en su ruta hacia la transformación del conocimiento de las intervenciones urbanas.
Explicó que para ello cuentan con tres líneas de investigación: los estudios sociotecnológicos sobre la ciudad; el estudio ecotecnológico de la ciudad, y los estudios de sistemas ciberfísicos con el contexto sociourbano.
Informó que el proceso de admisión ya está abierto, y el primer paso es hacer el registro en el correo electrónico mae.csciudad@cutonala.udg.mx; el trámite para el examen de admisión estará abierto hasta el 25 de octubre.
El investigador del grupo Ciencia de las Ciudades del MIT, Luis Alfonso Pastor, dijo que desde hace algunos años este instituto colabora con la UdeG, y este trabajo les ha dejado la formación de recurso humano y mucho aprendizaje.
“Esta maestría es muy importante porque uno de los objetivos del MIT es transferir conocimiento y tecnología. En la filosofía del MIT, que es un poco diferente, lo primero es aprender haciendo, y esta maestría va a estar empapada de aprender haciendo, la teoría es importante, pero la práctica es fundamental y así construir entre todos soluciones”, indicó.
El Jefe del Departamento de Ciencias Básicas y Aplicadas del CUTonalá, Carlos Jesahel Vega Gómez, compartió la experiencia del trabajo conjunto que han realizado como parte del laboratorio en Lomas del Centinela, donde han trabajado tres años con la comunidad y realizaron un diagnóstico; en éste identificaron diversas problemáticas como la inseguridad, la energía, los alimentos y el agua.
“Empezamos a trabajar algunos equipos de iluminación que no afectan flora y fauna, con botones de pánico, así como intervenciones con huertos humanos donde aprenden a sembrar sus alimentos; se les enseñó a construir cocinas solares, y eso hace que la gente se sienta parte de los proyectos”, informó.
Para conocer más sobre este posgrado se puede ingresar a la página: http://www.cutonala.udg.mx/oferta-academica/mccd