“Todo cineasta y artista requiere, para que su obra exprese, situarla en el preciso momento que vive, en el mundo y su país, porque hoy existe mucha información y poca comunicación, mucha difusión y poco contacto con la realidad”, afirmó el cineasta Jorge Fons, en entrevista vía telefónica desde la ciudad de México, a unos días del homenaje que le rendirán en el marco del XX Festival internacional de cine en Guadalajara, este 16 de marzo, en el paraninfo Enrique Díaz de León.
“Es fácil perderse en lo considerado directrices de la cultura. De repente uno amanece perdido en modas, cosmopolitismos que quitan tiempo al creador y que lo desvían del camino”.
-¿Cuáles son los requisitos para convertirse en un gran director, como lo es usted?
Jorge Fons (J. F.): No me considero un director exitoso. A todos nos ha costado levantar un proyecto. Las dificultades son las mismas, tanto para los directores de mi generación, como para los jóvenes. Es necesario concebir una buena historia, realizarla con pasión, con conocimiento de lo que se realiza; tener una excelente relación con los actores, y dominio técnico, así como cultura e información acerca del tiempo que le ha tocado vivir.
Jorge Fons, con casi 86 años de edad (26 de abril, día de su onomástico) y 37 de trayectoria, ha recibido premios como el Ariel como Mejor director, por su episodio Caridad, de la cinta Fe, esperanza y caridad; Oso de plata al mejor director en el Festival de Berlín, por Los albañiles y por El callejón de los milagros, premio del público en la Muestra de cine mexicano en Guadalajara (1995), 10 arieles ese mismo año por esta misma cinta, y Premio Goya a la Mejor película extranjera de habla hispana (1996).
-¿Qué opinión tiene del cine mexicano?
J. F.: Parece que hay un ligero auge en cuanto a la cantidad de películas realizadas, pero necesitamos hacer más. El cine mexicano sufre permanentes crisis, porque es un cine que no tiene espacios importantes de salida. Siempre está condicionado, porque el mayor porcentaje de pantallas lo acapara Hollywood.
«El cine mexicano requiere de apoyo económico y político. No hay cinematografía que no lo tenga, pero nuestro cine es difundido de manera pobre, porque debe hacer cola para que lo exhiban y cuando sucede, resulta insuficiente.
“Necesitamos apoyar nuestra cinematografía, porque es nuestra, nos representa y constituye una manera de acercarnos a nuestra identidad, a lo que somos, a la historia y a nuestros temas.
“Es un arte importante, por lo que es mejor contar con una cinematografía que no tenerla. Por lo tanto, hay que trabajar mucho para apoyar al cine mexicano. De alguna manera el festival de Guadalajara lo hace”.
El cineasta nacido en Tuxpan, Veracruz y egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), enlista una filmografía de13 producciones, entre largometrajes y cortometrajes, además de trabajos para televisión: comerciales y telenovelas.
-¿De su filmografía cuál es su película preferida?
J.F.: Como largometraje, Los albañiles y de cortometrajes, Caridad, porque son películas redondas, con logros en cuanto a interpretación, puntos de vista y tópicos fuertes.
En 1971 dirigió la cinta Jory, un western coproducido con Estados Unidos. Esta película fue iniciada por Salomón Laiter, quien la abandonó, y Jorge Fons la continuó.
-“¿Cuál fue su experiencia al trabajar para la industria cinematográfica del país vecino?
J.F.: En Estados Unidos existe demasiada parafernalia. Pagan mejor, hay mucho dinero, pero su cine es como una fábrica de autos en serie, en la que el departamento de rodaje es el departamento de rodaje y nada más. Hay distintos responsables en cada proceso de la película.
“En nuestro país los cineastas somos todólogos. Uno es responsable desde concebir la idea, trabajarla, buscar financiamiento, productor, rodar y estar al pendiente de todo. Hacemos cine con más corazón. Aquí uno decide lo que quiere que diga la historia. Allá el director hace lo que dicen otros señores.
– ¿Faltan buenos guionistas en México?
J.F.: El guionismo desde siempre ha sido un problema. No solo México padece la falta de buenos guiones. Este es un problema universal. Todos buscan más capacitación, importan teorías, profesores, libros sobre guionismo. Los cineastas mexicanos van al extranjero para conocer el guionismo que hacen otros países. Lograr un buen guión es uno de los principales problemas en el buen cine.
– ¿Qué siente acerca del homenaje que le harán en esta edición XX del festival?
J.F.: Me siento honrado y feliz por este reconocimiento. Felicito a la UdeG por el festival que ha logrado desarrollar a lo largo de 20 años, porque a estas alturas es de los más importantes del mundo, y me felicito a mí por la distinción que recibiré.
“Este festival es uno de los más comentados y celebrados en el ámbito internacional, y tal vez sea el más importante de América. Constituye una ventana, un escaparate fiel para el cine internacional, latinoamericano y mexicano.
-¿Cuándo veremos de nuevo su trabajo en la pantalla grande?
J.F.: Tengo varios ofrecimientos, pero no he determinado el proyecto en sí. Hoy trabajo en varios proyectos, entre éstos uno sobre el mural La creación, de Diego Rivera.
En 1986, en el centenario del pintor, Jorge Fons realizó ocho documentales, en los que entrevistó a intelectuales, artistas, pintores, familiares y descendientes del autor de murales como Los explotadores, El reparto de tierras, entre otros.
“Tengo pasión por el arte de Diego y por el momento que le tocó vivir en México (de los años veinte a los cincuenta). Para este proyecto, que pretendo levantar el próximo año, cuento con el apoyo de la Fundación Guggenheim, la cual me otorgó una beca para hacer la investigación desde hace siete años.