JULIO RÍOS
La moderación y la empatía son dos virtudes que deben tener los liderazgos para garantizar el progreso de los pueblos, expresó el expresidente de Colombia, Juan Manuel Santos Calderón, al recibir el Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Guadalajara.
En su discurso, Santos Calderón expresó que el camino de la paz siempre es más difícil, pues tristemente, la opción de la guerra goza de mayor popularidad.
“Unir a las personas en torno al fantasma de un enemigo común es la herramienta de los caudillos que se enamoran del poder. Y funciona por un tiempo, pero funciona para el caudillo, no para el pueblo que sufre la pobreza y el dolor que deja la guerra. Quiero aprovechar este escenario, en esta Universidad que es uno de los centros académicos más respetados de México y de América Latina, para plantear la necesidad de un tipo de liderazgo que se aleje de ese malsano caudillismo. Un liderazgo que sirva mejor a las necesidades de los ciudadanos”.
“No se trata sólo de disyuntiva entre paz y guerra, entre reconciliación y venganza. Vemos a los pueblos de nuestra región y muchos en todo el planeta, que levantan la voz por la falta de democracia y el aumento de la corrupción. ¿Cómo lidiar con este descontento? La fórmula no radica entre izquierda y derecha, capitalismo y socialismo, autoritarismo y populismo. La fórmula radica en dos virtudes: moderación y empatía”.
En su intervención, el Rector General de la UdeG, Ricardo Villanueva Lomelí señaló que Santos Calderón, logró que un pueblo habituado al conflicto encontrara los caminos al diálogo y la reparación social, una hazaña que hace pensar al mundo que la paz en el mundo es posible y le expresó:
“Nos compromete a los universitarios y nos hace reflexionar sobre el papel que debemos desempeñar desde la educación, la investigación y la difusión del conocimiento, para contribuir a construir una cultura de la paz. Su ejemplo será motivo de inspiración para toda nuestra comunidad”.