Por su contribución en la investigación y cuidado del medio ambiente, la Universidad de Guadalajara otorgó el Doctor Honoris causa a Julia Carabias Lillo y a Paolo Bifani Cosentini, impulsores de iniciativas para la preservación y conservación de la naturaleza.
Julia Carabias se ha desempeñado en diversos cargos públicos, además de que sus investigaciones se centran en temáticas como la restauración ambiental, regeneración de selvas tropicales, entre otros temas.
“Independientemente del cargo que haya ocupado, siempre se desempeña con sencillez, apasionamiento y solidaridad humana”, manifestó Eduardo Santana Castellón, director del Museo de Ciencias Ambientales.
Paolo Bifani es considerado un referente en el fomento de iniciativas de conservación de biodiversidad y de lucha contra la desertificación, además de ser un importante consultor en temas relacionados con el cuidado del medio ambiente.
“El día de hoy reconocemos los méritos excepcionales que han mostrado en los ámbitos de la docencia, la investigación y la divulgación del conocimiento científico a favor del desarrollo sustentable”, reconoció Ricardo Villanueva Lomelí, Rector General esta Casa de Estudio.
En la ceremonia, realizada en el Paraninfo Enrique Diaz de León, destacó que ambos homenajeados deben ser considerados “leones negros” de la UdeG y recordó las condiciones ambientales en las que se están desarrollando las sociedades, impactando ecosistemas, biodiversidad y generando otros problemas que atentan contra la especie humana.
En el caso de Julia Carabias, enfatizó la relación que ha mantenido la bióloga con la UdeG desde hace más de tres décadas, período en el que ha colaborado apoyando la labor de los investigadores en la Reserva de la Biósfera de Manantlán.
“Es un reconocimiento a sus contribuciones en el área medioambiental y el dictamen de este reconocimiento dice textualmente: ‘Es por su colaboración con organismos internacionales, nacionales, locales y su destacada labor académica y en la investigación’”, sostuvo Villanueva Lomelí.
Honor a grandes figuras
El Rector General de la UdeG resaltó que el trabajo de Paolo Bifani trasciende las fronteras de México, llegando a ser reconocido por instituciones a nivel internacional por su dedicación a la conservación de la biodiversidad.
“Con el complejo conocimiento de todo el mundo que nos rodea se puede salir de la crisis, no depende sólo de políticas o votos, sino que implica responsabilidad y conocimiento integrado”, afirmó el doctor Bifani.
Respecto a Carabias, Ricardo Villanueva rememoró el compromiso de la investigadora en la defensa del medio ambiente, tanto dentro de instituciones como en campos y bosques, donde se ha codeado con las problemáticas que enfrenta la naturaleza.
Por su parte, Julia Carabias, investigadora del Colegio de México, aseveró que existen varias iniciativas a favor de la preservación de la naturaleza, y esta labor no sólo se centra en la generación de conocimiento, sino en otras actividades que implican la divulgación de la ciencia o la creación de espacios que motiven la educación ambiental, como el Museo de Ciencias Ambientales de la UdeG.
“El anhelo es que quien viva la experiencia del museo adquiera al final de su recorrido una visión diferente de su entorno natural y urbano y la esperanza de que la cosas pueden cambiar”, dijo.
Cátedra Julio Cortázar
Aunque el medio ambiente se mantiene en constante amenaza por las actividades humanas, todavía estamos a tiempo de generar las condiciones para preservar la biodiversidad y evitar que las crisis ambientales desemboquen en más problemáticas.
Así lo consideró Julia Carabias Lillo, durante su conferencia magistral como parte de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar, titulada “Naturaleza sana para un futuro digno, justo y seguro”, que impartió en el Paraninfo Enrique Díaz de León.
La investigadora ambiental sostuvo que se espera que en los próximos 20 años la población mundial incremente al menos 33 por ciento, lo que supondría una crisis ambiental que podría impactar o detonar otros aspectos que afecten a las próximas generaciones.
“Es a partir de ese neoliberalismo salvaje que empezó una gran aceleración en la manera en la que el crecimiento se dio. Y en qué se basó ese crecimiento; esto fue de la mano con crisis sociales, culturales y políticas”, aseveró.
Enfatizó que todas estas crisis son atribuidas a la actividad humana, por lo que exhortó a reflexionar acerca de las condiciones sanitarias, sociales, económicas y políticas que cada país implementa.
“No acaban de entender que el problema de la crisis ambiental es la crisis de las crisis, es el fondo que da precisamente a todo el resto de la crisis porque no vamos a poder tener un funcionamiento de bienestar en las sociedades si están viviendo en crisis ambientales”, declaró Carabias.
Un llamado a la reflexión
La investigadora hizo un llamado a reflexionar acerca del contexto actual en el que se enfrenta estas crisis, ya que mencionó que éstas no se atienden o solucionan con una visión moderna que aborde las problemáticas típicas del presente.
“¿Por qué cuesta tanto trabajo? Es muy difícil que a la gente le caiga el veinte, y no es que el proceso sea difícil de entender, es que o no se escucha o no se enseña, o no se quiere escuchar de que la vida, como la vemos hoy en el planeta, no es la misma a como la vimos en tiempos pasados”, enfatizó.
Carabias resaltó que una de estas modificaciones fue la ampliación de espacios para la producción de alimentos limitando el desarrollo de la biodiversidad, por lo que sería necesario buscar soluciones que aborden esta problemática ambiental, pero sin dejar de lado el avance de las sociedades y otros factores económicos.
“El cambio climático no es nuevo, la extinción de especies no es nueva; son fenómenos que han acompañado a la vida del planeta y dicen, ‘Bueno, entonces por qué tanto escándalo si está pasando y así es’. ¡No! Es porque por primera vez en la historia lo está generando una sola especie: nosotros”.