Iván Ruiz Muñoz es egresado de la licenciatura en Cultura Física y Deportes de la Universidad de Guadalajara, y además desde hace 16 años es entrenador de la selección nacional de ciclismo.
Hoy se prepara para disputar sus segundos Juegos Olímpicos, a los que a diferencia de la edición anterior llega con mucha tranquilidad y paz junto con su equipo, todos más maduros y con la firme convicción de ubicarse en los primeros sitios.
Su filosofía de vida es el trabajo constante, en silencio, con mucha calidad y buscando siempre la excelencia.
Ubicarse como uno de los mejores entrenadores le ha valido ser objeto de diversos reconocimientos, como el Premio Nacional de Deportes 2018, el Premio Jalisco al Mérito Deportivo, su ingreso al Salón de la Fama del Deporte Jalisco y el Premio Estatal del Deporte.
¿Qué representan estos segundos Juegos Olímpicos? Me siento muy contento, es una gran satisfacción, muy relevante para mí no sólo el llegar sino poder mantenernos en ese rendimiento competitivo. Ahora a estos segundos juegos vamos mucho más maduros en todos los sentidos y con la mente más metida en el rendimiento del día a día, que nos permite sentirnos mucho más preparados.
¿Cuál es la meta? Definitivamente nosotros soñamos y nos preparamos cada día para buscar una medalla olímpica, previo a nuestro último campamento de preparación los indicadores de rendimiento nos decían que estábamos en una zona cerca de las medallas, esperamos posicionarnos en una zona más cercana.
¿Alguna vez imaginaste estar en unos Juegos Olímpicos? Honestamente no, como todos desde niños soñábamos y veíamos los Juegos Olímpicos, las inauguraciones, se nos enchinaba la piel y si nos emocionábamos demás hasta una lagrimita se nos podía salir de ver a los mexicanos. Ahora que nos toca estar de este lado es un gran orgullo, mucha responsabilidad, ya no se trata sólo de mí, ni de nuestro equipo, sino de que hay gente que nos está observando y esa felicidad que transmitimos a través del resultado es uno de las mayores satisfacciones y lo disfruto mucho.
¿Qué han representado todos estos años en el ciclismo? De manera oficial son ya 24 años como entrenador desde que comencé con el primer proyecto formal, que era un equipo de BMX, y de entrenador de la selección nacional prácticamente 16 años. Me han dejado muchas experiencias bonitas, desilusiones, tristezas, alegrías, días increíbles, momentos de gran satisfacción, pero sobre todo entender que tanto la vida del entrenador, del deportista y la vida misma, de eso se trata, de ir trascendiendo en cada una de las etapas, disfrutar cada uno de los momentos, el famoso proceso, abrazarse a él y disfrutar en cada uno de los momentos que vamos transitando, en poder festejar cada uno de los pequeños logros personales en una sesión de entrenamiento así como un gran resultado en una competencia, todo es relevante y es importante para que se complemente como un momento de gran felicidad
¿Cuál ha sido la clave para lograr los objetivos? El trabajo constante, realmente concentrados en el segundo a segundo de cada uno de los entrenamientos, disfrutar la ejecución de cada parte del entrenamiento, sacarle el mayor provecho posible y así regularmente el resultado final es bueno.
¿Qué es lo más complicado de ser entrenador? Lograr una cohesión con el equipo, mantener la calma, la concentración, no exagerar en los momentos de motivación ni en los de agobio y frustración. Mantenerse ecuánime es una buena estrategia y concentrados en cada momento, porque cuando uno piensa muy adelante descuidas el presente y te cobra factura.
Llegaste a los Juegos Olímpicos, ¿ahora cuáles son los próximos sueños? Mi gran sueño es conseguir una medalla olímpica, es la única medalla que nos hace falta, obviamente después de estos juegos quiero seguir consolidando el equipo, realmente estamos entrando en una zona de gran nivel y, con el desarrollo de la tecnología, la logística hemos podido estabilizar nuestro equipo y ahora es enlazar con lo que se viene en el futuro inmediato, que es el campeonato mundial en el mes de octubre y empezar mucho mejor todavía el ciclo para los próximos Juegos Olímpicos en Los Ángeles 2028.
"Mantenerse ecuánime es una buena estrategia y concentrados en cada momento, porque cuando uno piensa muy adelante descuidas el presente y te cobra factura."