Equilibrio entre dos mundos

En un mundo donde la educación superior y el desarrollo profesional son pilares fundamentales, algunas personas enfrentan dificultades adicionales al equilibrar estos objetivos con sus responsabilidades familiares.

En el Centro Universitario de la Costa Sur, algunas estudiantes mientras buscan alcanzar sus metas académicas enfrentan el reto de ser madres.

Tzitzangari Xochilpilli Nogales Gutiérrez, una estudiante casi egresada de la Licenciatura en Derecho, irradia una serena determinación mientras camina por los pasillos del centro. Pero detrás de esa aparente calma, hay una avalancha de responsabilidades que ella enfrenta día tras día. Con dos hijos pequeños, ha tenido que afrontar el desafío de ser madre y estudiante al mismo tiempo. 

«Lo describiría como un gran reto», admite. «No es fácil. Admiro mucho a las madres que lo hacen porque se necesita mucha fuerza y determinación para salir adelante«. Destaca que su prioridad siempre ha sido su familia, incluso cuando eso significa sacrificar tiempo dedicado a los estudios.

La historia de Tiztza no es única en el centro. Noemí Hernández Cueva, en su sexto semestre de Derecho, comparte una experiencia similar. Aunque su hijo no la acompaña en Autlán, la distancia no disminuye la carga emocional que enfrenta al equilibrar la maternidad con los estudios. «El simple hecho de ejercer una de las dos responsabilidades es sumamente complicado», afirma Noemí. «El ser madre y saber serlo estando lejos de casa, creo que es más complicado para él que para mí».

Pero más allá de las palabras, hay una lucha silenciosa que estas estudiantes enfrentan todos los días. Desde perderse momentos importantes en la vida de sus hijos hasta sacrificar horas de sueño para cumplir con las exigencias académicas, su experiencia deja ver los desafíos invisibles que enfrentan las madres estudiantes. «El tenerlo lejos y no poder estar al pendiente de las cosas que realiza, creo que es lo más difícil», reflexiona Noemí.

En un entorno universitario donde se busca la excelencia académica, Tzitzangari Xochilpilli Nogales Gutiérrez y Noemí Hernández Cueva, al igual que muchas otras mamás, representan un ejemplo de resiliencia y determinación al enfrentar los desafíos de ser madres y estudiantes al mismo tiempo.