Escritores cuestionan el mandato de masculinidad

Realizan panel “De machos alfa a hombres del futuro”, durante FIL Joven 2023

Las primeras víctimas del machismo son los niños varones, a quienes en aras de quitarles el más mínimo rastro de lo que se considera como femenino en ellos, los convierten en seres que “deben” de cumplir con el mandato de ocultar sus emociones, exacerbar la ira, ser competitivos, proveedores, asumir que son superiores a las mujeres, ser machistas.

 

Este jueves, durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) 2023, en el programa FIL Joven tuvo lugar el panel “De machos alfa a hombres del futuro. ¿Cómo construir nuevas masculinidades?”, en el que los escritores argentinos Andrés Neuman y Enzo Maqueira, el chileno Pablo Simonetti y la mexicana Brenda Navarro abordaron cómo los hombres también son víctimas de la violencia machista y cómo las historias en torno a identidades con masculinidades diversas son tópicos en sus obras.

 

Enzo Maqueira recientemente publicó el libro Higiene sexual del soltero, en el que aborda cómo la vida configura a los hombres para convertirlos en victimarios, con un protagonista llamado Junior, que a lo largo de 40 años es adoctrinado de que “debe ser un hombre”.

 

“Él siente claramente que en el colegio de varones y curas lo primero que hacen es ponerle una corbata azul que lo ahorca, a partir de ahí ya no es un espíritu libre, ya no puede ser un niño que le guste la poesía o el ballet. A partir de ahí le dicen que es un hombre y le tienen que gustar mucho las mujeres, tiene que resolver las situaciones con violencia, no puede llorar ni demostrar emociones”, contó Maqueira.

 

Estas historias sobre el mandato de la masculinidad machista, que cuentan cómo los varones se convierten en víctimas y victimarios, llevan a situaciones como el que haya tres veces más suicidios de hombres que de mujeres. Y que las situaciones de riesgo, debido a que se asumen fuertes y temerarios, provocan casos de atención urgente en los hospitales.

 

“Los hombres no hablamos entre nosotros y no podemos decir lo que nos pasa, pero gracias a las herramientas que nos ha dado el feminismo, ahora podemos”, declaró.

 

Pablo Simonetti, quien es miembro del Directorio de Fundación Iguales, asociación civil dedicada al avance de los derechos de las personas LGBTIQ+, contó que su experiencia como hombre gay victimado por el mandato hetero patriarcal, la ha plasmado en sus libros.

 

El más reciente es el de Los hombres que no fui, una novela sobre las masculinidades que se esperan en un varón.

 

“La portada es un hombre que viene naciendo a sí mismo y está rodeado por esculturas antiguas en posición de guerra y desafío. Es una novela sobre todas las cargas de deber ser hombre que este personaje tiene que enfrentar. Él se encuentra con muchos hombres y mujeres que le decían, ‘tú tienes que ser hombre de esta manera, y no ser el hombre gay que sale de la norma’”, indicó.

 

Andrés Neuman contó una anécdota que su padre le compartió. “Cuando tuve un hijo mi padre me dijo algo que yo había olvidado. Era 1980 y me había detenido en una juguetería y le señalé a mamá el juguete que más deseaba, una cocinita. Y mi mamá, que era un sujeto en contradicción, quien peleó tanto por un espacio profesional y abrirse un camino en un mundo hostil masculinizado, me persuadió que no me llevara la cocinita, sino un juguete ‘más apropiado’, para mí”.

 

“Esto me lo contó con 40 años de retraso quien me regaló una cocinita que ha recibido para jugar ahora con mi hijo”, recordó. Con ello, refirió que realmente no se debería tratar de nuevas masculinidades, sino de “masculinidades en un perplejo estado de autocrítica”.

 

Mencionó que aún permanece en el imaginario global que un hombre “debe ser competitivo y combativo”, una idea que impera desde las culturas grecolatinas que representaban en esculturas a hombres con ideales heroicos asociados con ciertas corporalidades robustas y atléticas. “Los cuerpos son políticos y ellos mostraban cuerpos imponentes preparados para competir y ganar (en los Juegos olímpicos) y combatir (en la guerra)”.

 

Brenda Navarro, por su parte, cuestionó cómo los hombres lograrán colectivizar las deconstrucciones acerca de las nuevas masculinidades pues, al final, los efectos del machismo siguen manteniendo un privilegio en los varones.

 

“¿Qué hacemos con las autocríticas cuando hay que ponerlas en práctica? Hoy las que siguen muriendo son las mujeres y las economías las sostienen mujeres que no les queda de otra que hacer trabajos domésticos y de los cuidados”, añadió.

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