Un gran porcentaje de la población de jóvenes universitarios de Puerto Vallarta, presentan estilos de vida no saludables, asociados a la poca actividad física que realizan, al mínimo consumo de frutas y verduras, así como a las insuficientes horas de sueño por día.
Lo anterior es el resultado del estudio titulado “Estilos de vida saludables de jóvenes universitarios como indicadores de desarrollo local en Puerto Vallarta”, informó el investigador del Centro Universitario de la Costa (CUCosta), Francisco Gómez, quien señaló que el estudio se aplicó en 8 mil 636 jóvenes tanto de la Universidad de Guadalajara (UdeG), como de otras instituciones.
“Los resultados no son favorables, 39 por ciento son inactivos físicamente, 85 por ciento presentan consumo insuficiente de frutas y verduras, cerca del 20 por ciento reporta dependencia al alcohol, más del 20 por ciento consume tabaco, 68 por ciento duerme menos de 7 horas por día y 17 por ciento presenta niveles altos de estrés”, señaló.
Explicó que el modelo saludable establece que los jóvenes y adultos deben realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana, la dieta debe ser rica en fibra, específicamente con consumo de frutas, verduras y legumbres y baja en grasas saturadas, moderar el consumo del alcohol, no fumar y dormir entre 7 y ocho horas por día.
“No cumplir con estas recomendaciones se asocia a un mayor riesgo cardiometabólico e incrementan la posibilidad de padecer enfermedades como diabetes, hipertensión y dislipidemias, que es el aumento de colesterol y lípidos en la sangre y que son ahora las principales causas de muerte en Mexico y el mundo, que además representan una gran carga al sistema de salud”, señaló.
Explicó que el principal motivo para que los jóvenes no realicen actividad física es la falta de tiempo y señaló que los hábitos son decisiones personales, pero en ellos influye el entorno como es la familia, los amigos y la escuela.
“Si un joven durante la niñez incluyó frutas y verduras en su dieta, y cuyos padres hacían actividad física, incorporan esos elementos a su cotidianidad”, apuntó.
Dijo que el siguiente paso es que los datos se conozcan para que las autoridades universitarias puedan, a partir de éstos, diseñar las políticas institucionales, los programas y las acciones, para generar un cambio y facilitarles a los alumnos obtener un estilo de vida saludable.