Se dice que Mictlán era aquel lugar mitológico por el que paseaban los muertos hasta llegar a su descanso eterno; y en este 2023 se convirtió en la temática del tradicional desfile del Aquelarre en el que participan cientos de estudiantes del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI).
Como cada año, alumnos de las licenciaturas en Químico Farmacéutico Biológica (QFB), y en Química se sumaron al recorrido del Aquelarre, que inició en las instalaciones del CUCEI y culminó en la Rambla Cataluña, frente al edificio de Rectoría General de la Universidad de Guadalajara, donde presentaron sus mejores disfraces para honrar esta tradición.
La coordinadora de la licenciatura en QFB, Susana Guerra Martínez, explicó que el Aquelarre es una tradición que se realiza desde 1961 en las calles de Guadalajara y sirve para escenificar las antiguas creencias que acusaban a los químicos de ser hechiceros o brujos.
“Este año se trató de buscar las raíces mexicanas de los brujos, como las tlahuelpuchis, que eran las brujas de aquellos tiempos. Se buscó que no sólo fuera una celebración de brujas y brujos, sino buscar nuestras raíces e identidad como mexicanos”, sostuvo.
A este desfile se sumaron más de 400 personas entre alumnos, personal administrativo y docente del CUCEI. Además, participaron cinco carros alegóricos, dos calandrias y un par de autos decorados para dar más color al recorrido.
“El tema llamó mucho la atención, un tema completamente diferente que emocionó mucho a los estudiantes. Este año fue un parteaguas para las siguientes ediciones”, precisó.
Además del recorrido, durante el Aquelarre tres equipos presentaron sus carros alegóricos para concursar por la mejor interpretación. El equipo ganador fue “Trajinera”, una interpretación de los nueve niveles del Mictlán, pero con referencias a las vivencias de los estudiantes de QFB durante su paso por la carrera.
Disfraces que sorprenden
Enfundado en una malla oscura que cubría todo su cuerpo, Raúl Hidalgo Gutiérrez no dudó en meterse en el papel durante su presentación. Armado con un garrote de cartón y una voz profunda, este estudiante de quinto semestre de la licenciatura en QFB demostró su talento al interpretar a Mictlantecuhtli, el Señor del inframundo mexica.
“Invertí dos semanas en hacer el disfraz; hice el boceto y luego los patrones del vestuario en el material del disfraz y lo empecé a decorar”, relató.
Su interpretación le hizo acreedor al primer lugar en el concurso de disfraces que se realiza como parte del desfile del Aquelarre; Raúl confesó que invirtió un total de 50 horas para elaborar su disfraz.
“Quería ganar algún lugar, el año pasado gané el segundo en disfraces y esta vez quise venir con todo, pero al ver los demás disfraces sí sentí un poco de miedo, así que mi estrategia fue ponerle más desempeño a la interpretación frente a los jueces”, puntualizó.
Raúl Hidalgo consideró que el Aquelarre también es un recuerdo constante sobre los primeros científicos que se adentraron en las áreas químicas.
“Son para conocer nuestros orígenes como científicos y saber de dónde venimos y hacia dónde vamos, para lograr nuevas cosas sin que eso se convierta en una cacería de brujas”, resaltó.