“Es Europa la que paga el precio más alto en el conflicto con Rusia y Ucrania, debido a una política de sanciones que nos trae a nosotros, los europeos, un aumento muy relevante del costo de la energía, mientras que para Estados Unidos implica, en cambio, la ventaja de poder vender el gas norteamericano a los europeos a un precio bastante más alto de lo que nos costaba el gas ruso”, declaró.

El Expresidente del Consejo de Ministros de Italia señaló que la guerra puede poner en riesgo la actualidad de Europa como un continente que marca el rumbo y genera relaciones económicas eficaces con otros países.  

“La guerra en Ucrania es, sin lugar a dudas, el evento crucial de las relaciones internacionales, puesto que involucra a la potencia nuclear de Rusia y a un país que combate con las armas y la tecnología de Occidente; por ende, con un involucramiento cada vez más directo de la OTAN y EUA, dado el costo altísimo en vidas humanas, destrucciones y debido al precio económico que es pagado particularmente por Europa como consecuencia de una política de las sanciones; esta guerra puede comprometer las perspectivas del viejo continente acentuando su decadencia”, expresó.   

Dijo que a diferencia de conflictos como la guerra en Yemen o algunos conflictos africanos que tienen dimensiones regionales y no muestran posibilidades de solución en breve, la de Ucrania “azota el corazón de Europa y afecta a las mayores potencias, e incluso se contempla la posibilidad y el riesgo de una espiral nuclear”.

Recalcó que Rusia muestra un nacionalismo como una especie de neozarismo que se ha manifestado en una política agresiva en varias direcciones del mundo y en el uso inescrupuloso del armamento militar; pero, por otra parte, los errores de Occidente y EUA han vuelto a atizar ese sentimiento nacionalista de un país que es una potencia nuclear.

“Es Rusia la que ha agredido a Ucrania, el país que ha violado el derecho internacional y es justo que Europa haya ayudado al pueblo ucrananiano; pero en las raíces de este conflicto subyace una responsabilidad común de no haber sabido y querer construir en Europa un orden compartido, después del fin de la Guerra Fría. La crisis europea es sólo un evento central del desorden más general del mundo, y se manifiesta no únicamente en los conflictos armados y las tensiones amenazadoras en distintas partes del planeta, sino también en el creciente deterioro en las relaciones de naturaleza económica y comercial”, afirmó.

Durante la presentación de D’ Alema, el escritor Sergio Ramírez, Premio Cervantes 2017, destacó el trabajo político y periodístico que el invitado a la cátedra ha realizado a lo largo de su trayectoria para mejorar las condiciones de su país, como la creación del Partido Democrático de la Izquierda, que constituyó “un paso histórico hacia la modernidad y que fue juzgado como un acto de gran imaginación ideológica”. 

“Él ha defendido una idea de Europa de valores capaz de construir un multilateralismo eficaz que afirme sus valores, lo cual significa también una integración regional y una cooperación entre grandes áreas del mundo”, subrayó Ramírez.

El Rector General de la UdeG,  Ricardo Villanueva Lomelí, dijo que las universidades, especialmente las públicas, enfrentan distintos desafíos a los que deben responder de manera innovadora y viable, que les permita garantizar su vigencia y consolidación como conciencias críticas y protagonistas en la solución de múltiples problemas.

Recibir a intelectuales de la talla de D´Alema es una manera de abonar a este reto, conocer sus opiniones, profundizar en temas trascendentes para esta institución y comprender las relaciones internacionales. 

En la conferencia estuvieron presentes Silvia Lemus, viuda del escritor Carlos Fuentes, auspiciador de la cátedra y el político mexicano Porfirio Muñoz Ledo, Doctor Honoris causa por esta Casa de Estudio.