
Inicios
Empecé haciendo narrativa cuando estaba en secundaria, cuando era un muchachito allá en Irapuato, y cuando estaba en tercero quería ligarme a una muchacha y dije: “con un cuento no lo voy a lograr”, entonces empecé a hacer poemas. Después cuando llego a la universidad en Aguascalientes conozco a un grupo de poetas y comienzo a acercarme más a la poesía, y veo que es una herramienta de comunicación profunda; entonces, cuando hago mi maestría en literaturas comparadas en la UdeG me doy cuenta, a través de Yuri Lotman, que la poesía contiene infinidad de información y aporta mucho más de lo aparente, entonces es importante saber leer los poemas.
Plumas
Hay una gran cantidad de excelentes poetas mexicanos, tenemos mucho por hacer para reconocer que tenemos una gran cantidad de plumas aquí en México, por muchos años fuimos referentes para poetas de América Latina, pero también debemos reconocer que han surgido nuevas voces en América del Sur y el Caribe que debemos voltear a ver para dialogar las expresiones, encontrar nuevos caminos de difusión y difundir las obras.
Poesía social
Comencé a escribir poesía casi al mismo tiempo que me involucré en los medios de comunicación. Al inicio mi poesía era muy intimista, pero tenía toda la intención de hacer poesía social, entonces a finales de los 80’s le mostré mis primeros poemas sociales al narrador Eraclio Zepeda y me dijo: "Fabián, un mal poema revolucionario le hace más daño a la revolución, entonces, mejora y sigue intentando”. Mucho tiempo me dediqué a la poesía optimista, sin embargo poco a poco empecé a trabajarlo y ahora me dedico a la poesía social, que tiene mucho que ver con mi labor periodística, darle voz a los sin voz, retratar los espacios que no son retratables; todos sabemos que un buen poema es aquel que no excede los adjetivos, y un buen periodismo es igual.
Plataformas
Las redes sociales y la virtualidad son herramientas importantes para llegar a una mayor cantidad de gente. Tenemos un género que nos permite reflexionar sobre nuestra realidad y sobre nosotros mismos, un género que nos ayuda a reflexionar sobre el tiempo. Pienso que básicamente los formatos virtuales contribuyen a fomentar la lectura, a que la gente se interese en la poesía, en ese diálogo temático, así como a ampliar los públicos y descubrir nuevos formatos.