De marzo a la fecha, miembros de la comunidad estudiantil de la Universidad de Guadalajara han denunciado al menos diez tentativas de privación de la libertad en preparatorias y dos tentativas de acoso, además de un caso de privación de la libertad y abuso sexual, afirmó este jueves el Presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), Francisco Javier Armenta Araiza.
En conferencia de prensa dio a conocer que desde el regreso a clases presenciales, principalmente en planteles del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), el problema de seguridad ha ido escalando con la agresión directa a compañeras. Tan sólo en lo que va de esta semana hay registro de ocho incidentes de esta naturaleza; algunos ya tienen una denuncia penal.
Dijo que, tradicionalmente, antes de la pandemia alrededor de los planteles escolares ha habido situaciones de robo, pero ahora cada vez más hay reportes de violencia en razón de género como acoso callejero, intentos de privación de la libertad y agresiones físicas hasta llegar a 80 por ciento de la denuncia, muchos de ellos en los mismos lugares.
“Es insoportable y es importante decir que la situación actual de inseguridad es responsabilidad de los tres órdenes de gobierno, porque hace falta desmantelar las organizaciones criminales que están alrededor de las escuelas y a nivel municipal, que es el más cercano, tiene la responsabilidad de intervenir el espacio público; por eso hacemos un llamado a trabajar de manera colaborativa, particularmente en esta agenda con perspectiva de género”, indicó Armenta Araiza.
Reveló que han detectado elementos de riesgo en los entornos de las escuelas preparatorias y centros universitarios en todo el estado, como escasa o nula iluminación, paradas y estaciones para acceder al transporte público en mal estado o con nula presencia de elementos de seguridad; además de que no se respeta la distancia mínima que debe haber entre un plantel educativo y una licorería o un bar, que es de 200 y 400 metros, respectivamente, de acuerdo con las legislaciones municipales.
Puso como ejemplo los centros universitarios de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), el de Ciencias de la Salud (CUCS) y el de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), en los que hay espacios más cerca de lo que permite la ley donde se vende alcohol y donde existe la posibilidad de que se comercialicen otro tipo de sustancias, lo que pone en riesgo a la comunidad universitaria.
Armenta Araiza dio a conocer las exigencia de la FEU: el cierre de bares y espacios de venta de alcohol alrededor de los planteles universitarios y cancelación de licencias si hay venta de licor a menores de edad; mayor patrullaje; un trazado actualizado de los puntos con mayor incidencia delictiva para que los estudiantes puedan tejer redes de cuidado y establecer estrategias de autocuidado; y mesas de intervención en materia de seguridad con la participación de representantes estudiantiles.
Afirmó que la política pública del programa “Senderos seguros”, que fue implementada por la UdeG en conjunto con los ayuntamientos antes de la crisis sanitaria y la suspensión de clases, no está funcionando de la misma manera a partir de marzo; y si existe una estrategia de seguridad, ésta no ha tomado en cuenta la opinión de la comunidad estudiantil.
La Secretaria General de la FEU, María Fernanda Abrica, pidió que las estrategias de seguridad consideren los protocolos de atención hacia las mujeres, además de que haya coordinación municipal para tomar en cuenta la atención con perspectiva de género.
“Representamos más de 52 por ciento en la UdeG, y las mujeres necesitamos que las autoridades nos den garantías para poder sentirnos seguras dentro y fuera de los planteles escolares; que podamos hacer trayectos seguros de la escuela a sus casas. Exigimos esto a las autoridades y esperamos pronta respuesta, pues no es la primera vez que se pide y sigue empeorando”, recalcó.
Recomendaron a las y los alumnos adoptar estrategias de seguridad, como llegar y salir del plantel acompañados; si al momento de salir debe ir solo, buscar a alguien de confianza para informarle cómo va su trayecto; tener contacto con la sociedad de alumnos de su escuela y ante cualquier evento tener comunicación inmediata con la o el vigilante al ingreso del plantel para que pueda comunicar a las autoridades universitaria; además de tomar con reserva los mensajes en redes sociales o WhatsApp de personas desconocidas.
