Francisco Araiza

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Las notas musicales resonaban en el auditorio del Museo Regional de Guadalajara. La conferencia magistral que el tenor mexicano Francisco Araiza ofreció como parte del VI Coloquio Internacional de Música se convirtió en un taller en el que el cantante transmitió su conocimiento a seis jóvenes barítonos y mezzosopranos.

Araiza es el homenajeado del Coloquio que tuvo lugar la semana pasada y aprovechó la ocasión para compartir su experiencia en una clase que se prolongó por casi cuatro horas. A veces suave, a veces tajante y directo, el tenor corrigió, aconsejó y guió a los noveles cantantes que acudieron a escucharle y se animaron a subir al escenario a mostrar su talento.

“Sean ustedes mismos en el escenario”, “mejora tu postura”, “siente la nota en el cuerpo”, las frases iban y venían en medio de las notas de piano que acompañaban a los cantantes. Abajo, los asistentes escuchaban atentos, registraban el momento en sus celulares y fueron pacientes mientras transcurría la larga charla.

El coloquio fue organizado por el Departamento de Música del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño para ofrecer conferencias, conciertos y la charla con Araiza, tenor con más de 50 años de presencia en algunos de los escenarios más importantes de Europa.

El coloquio sirvió como un espacio de capacitación, un aspecto del que adolecen la mayoría de los cantantes de ópera en México, afirmó Araiza en entrevista.

El concepto técnico vocal, de la instrumentalidad de la voz, de la mecánica de la impostación y por qué debe de ser, los idiomas, su pronunciación y fraseo, la inteligencia musical, el uso de todo el cuerpo para cantar, son algunos de los saberes mínimos que debe de tener quien quiera dedicarse al canto y la ópera, dijo el especialista.

En general, añadió, los maestros de música suelen tener miedo a las voces grandes, porque es común que ensayen en lugares pequeños e intentan limitar y “achicar” la voz de quienes alcanzan volúmenes y notas muy potentes.

“Les achican la voz y les hacen una voz de pito, y es un gran problema que tenemos en todo el mundo, no sólo en México. Es importante que se sacudan eso y oír a quienes saben, a quienes tienen una carrera mundial. Deben de tener una educación continua, jamás deben dejar de aprender, hay un acervo de herramientas que ellos tienen que aprender a como dé lugar, en los primeros dos años del estudio tiene que estar hechos cantantes completos, diestros en usar sus herramientas y comenzar a usar su creatividad para convertirse eventualmente en artistas, sólo lo lograran si tienen algo personal que decir”, señaló el tenor.

Para Araiza compartir su experiencia es una forma de agradecer su exitosa carrera y asegura que disfruta enseñar y compartir sus conocimientos a los más jóvenes para que ellos los hagan propios.

“Quiero participárcelos, comunicárselos, dárselos estos conocimientos y hacerles entender a qué nivel se tienen que mover, estan todos escondidos tratando de ver si pasa algo pensando que no pueden o no saben, en los países desarrollados todo está enfocado hacia el altísimo rendimiento y aquí no tenemos ni idea de lo que es. Es muy difícil ser cantante de ópera”, señaló.

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