El reconocimiento es otorgado por el Festival International de la Poésie en Quebec y la Fédération des festivals internationaux de poésie, así como el Seminario de Cultura Mexicana.
El libro Héloïse de la poeta Silva Eugenia Castillero obtuvo el Premio Internacional de Poesía 2023 Jaime-Sabines/ Gatien-Lapointe que otorgan el Festival International de la Poésie en Quebec y la Fédération des festivals internationaux de poésie, así como el Seminario de Cultura Mexicana.
La poeta nació en la Ciudad de México, radica en Guadalajara y dirige Luvina, la revista literaria de la UdeG. Es autora, entre otras publicaciones, de los libros Entre dos silencios, la poesía como experiencia; Como si despacio la noche; Nudos de luz, con serigrafías de Rigoberto Padilla; Zooliloques, edición bilingüe con traducción al francés de Claude Couffon, Zooliloquios. Historia no natural.
El libro está publicado en español bajo el sello editorial Aldus y Universidad de Guadalajara en 2010, y la traducción al francés fue realizada por François-Michel Durazzo de Éditions du Noroît (Dialogues) en 2012.
El jurado compuesto por Louise Dupré, Louis-Philippe Hébert y Stéphane Despatie describen el texto como “un libro muy logrado e interpretado en su traducción donde hay una coherencia y una fluidez excepcionales entre los pasajes en prosa y la versificación que interpelan constantemente al lector y renuevan efectivamente su forma de acercarse al amor, de sueños, ritmos, canciones, recuerdos arrancados al tiempo. Un viaje tanto al interior como al exterior”.
¿Cuál fue su primera impresión al saber del premio? Me dio muchísimo gusto enterarme de la noticia. Esto me llevó a una reflexión del trabajo y de la responsabilidad que tiene una ante su propia escritura y ante los lectores. Y ver cómo estoy plantada respecto a mi propia escritura: esa voz literaria, esa voz poética, esa obra ante un lector, sobre todo en la poesía que es un género importantísimo, esencial en la vida, pero bastante marginal.
No porque sea marginal en sí mismo, sino porque tiene poco lectores, es un género exigente y tiene poca difusión en un mundo muy acelerado y que no encaja, porque la vida es muy rápida. La poesía necesita tiempos largos, evade la prisa y la utilidad en este mundo. Así, la poesía no encaja. Entonces en cada libro me aventuro por lograr un trabajo poético diferente, no quiero repetirme, quiero encontrar nuevos registros en cada línea.
¿Qué le atrajo de la historia de amor de Heloisa y Abelardo? Cuando vivía en París me encontré la historia: caminaba con una amiga escultora que me dijo “mira, aquí está la que era la casa de Eloisa y Abelardo”, y me contó la historia. Y como me interesó mucho, me llevó a la tumba en el cementerio Père Lachaise. Así fue el primer contacto, empecé a investigar y pues me encantó.
Regresé a México y quería escribir un libro sobre París. Lo escribí cuando me embaracé de mi hija más pequeña, estaba un poco nerviosa de que ya no iba a escribir cuando naciera y, como disciplina, me propuse escribir. Cuando me senté a escribir tenía emociones, ideas, imágenes tan fuertes y próximas que necesitaba distanciarme de mí misma, de mis propias emociones y de mis recuerdos, sino se volvería en un lugar común.
Entonces se me ocurrió tomar la historia de Eloisa y Abelardo. Empecé a leer muchísimo, sobre todo narrativa, novela sobre ellos. Empecé a escribir poemas sobre esa París de Eloísa, del París de cuando ella estaba en el monasterio, del futuro después de que se enamoró de Abelardo. También otros de Abelardo.
Revisé el libro casi un año después y me di cuenta que la voz de Abelardo era una voz impostada, a lo que siempre le tengo mucho miedo: tener una voz que no es mi voz. Sí, tener mi voz poética, no la de otros poetas, sino la mía, sea la voz como sea, pero la voz propia que llega donde llegue. Entonces me di cuenta que mis poemas sobre Abelardo no funcionaban así, pero me encantó la voz de Eloisa y trabajé el libro a partir de esos poemas. Por eso le llamé al libro Héloise.
Ante los recientes premios ganados por mujeres, el que usted obtuvo ¿se suma a estos espacios ganados con obras relevantes en poesía y narrativa? Las mujeres están muy activas y son muy buenas escritoras. Yo creo que ahorita sí se están abriendo muchísimo las posibilidades a las mujeres y eso me da mucha alegría. Yo creo que eso es también gracias a lo que han hecho las mujeres anteriores, de mi generación, a mis libros y también contemporáneas.
Y ahora las jóvenes están muy activas y, además, las jóvenes están buscando otras plataformas, hacen performances, toman muchos elementos diferentes a la poesía para transmitir su poesía, eso es muy interesante, muchas lo logran muy bien y abren otras vertientes para la poesía.