Las grandes corporaciones tecnológicas concentran la riqueza y no la redistribuyen, lo que abona a la desigualdad y exclusión social; además, acaparan la información personal a través de un capitalismo de datos, afirmó el sociólogo Manuel Castells Oliván.
“Son aquellas que, por un lado, concentran la mayor riqueza y por otro lado, pagan menos impuestos. Algunas, incluso, pagan cero. Las grandes corporaciones como Google, Microsoft, entre muchas otras, a través de paraísos fiscales, de ingeniería financiera o de una serie de maniobras cubiertas por gobiernos o por sectores de la política, resulta que no pagan impuestos”, declaró el doctor Honoris causa por la UdeG, quien ofreció la conferencia magistral “Los desafíos del siglo XXI” en la Cátedra que lleva su nombre.
Castells, en el Paraninfo Enrique Díaz de León, enumeró los siguientes problemas que amenazan a la humanidad: el cambio climático; la concentración sin precedentes del poder económico; el incremento de la desigualdad; la concentración de la población en desordenadas y crueles zonas metropolitanas, como por ejemplo la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.
Explicó que este modelo de concentración metropolitana es excluyente, pues concentra la mayor riqueza, la capacidad productiva y la capacidad de decisión, pero al mismo tiempo los estratos más pobres quedan fuera de estos beneficios.
“Estas enormes zonas metropolitanas están gestionadas desde modelos de especulación inmobiliaria, que son cada vez más los principales corruptores de los gobiernos; como diversas empresas de América Latina lo han demostrado haciendo caer sistemas políticos enteros, gobiernos enteros. Porque la acumulación del capital, paralela a la que se produce en términos tecnológicos y financieros, esa acumulación de capital se presenta con empresas especulativas y destructoras del medio ambiente y corruptores del sistema político”, denunció Castells Oliván.
El catedrático también se refirió al proceso de individualización que detona en la violencia machista, la crisis de las instituciones democráticas y el control de los gobiernos y las grandes corporaciones a través de las redes sociales, donde los datos personales se han vuelto mercancía.
“En la medida en que estamos todas y todos, o casi todos, en las redes sociales, nos convertimos en datos que pueden ser procesados, acumulados y comercializados por las grandes empresas de comunicación digital. En Sillicon Valley hay un dicho: ‘Si no pagas (con dinero), en realidad estás pagando con tus datos’. Se ha formado un capitalismo de los datos, la acumulación de datos y de información por múltiples objetivos, con múltiples utilidades, y fundamentalmente esto beneficia a las grandes empresas de tecnologías”, añadió Castells Oliván.
Consideró que las redes sociales, que en un inicio eran un espacio de libertad, han derivado en el sistema de vigilancia de los gobiernos, el sistema más severo que ha existido en la historia.
“Las grandes agencias de seguridad controlan nuestras vidas; a veces legal, y a veces ilegalmente”.
Ante tal situación, dijo, la oscuridad debe de enfrentarse con lucidez, y hay que reinventarse, pues todos los sistemas políticos hasta ahora han demostrado estar agotados.
El Rector General de la UdeG, Ricardo Villanueva Lomelí, dio por inaugurada esta cátedra y enfatizó las aportaciones científicas del doctor Castells Oliván.
“Con la creación de esta cátedra, la Universidad de Guadalajara avanza en su compromiso de fortalecer la difusión de la obra científica y cultural que propicie valores, ideas y características fundamentales del mundo. Así como dar a conocer a los autores que han reflexionado respecto a la historia, la economía y la sociedad, en términos de los contextos geográficos, políticos y sociales de las ciudades, del entorno urbano o de los problemas ambientales de la sociedad internacional, y en particular de los escenarios globales del siglo XXI”, apuntó Villanueva Lomelí.