La historia, la ficción literaria y la memoria colectiva compiten entre ellas para contribuir a la comprensión del pasado, afirmó el historiador de origen francés Roger Chartier, en su conferencia magistral “Verdades históricas, verdades literarias. Presencias del pasado”, como parte de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar, de la Universidad de Guadalajara.
Añadió que en las últimas décadas, los historiadores occidentales han entendido que no tienen el monopolio sobre la representación del pasado, pues “las insurrecciones de la memoria, así como las seducciones de la ficción, son potentes competidoras hoy en día”, por lo que quienes se dedican a la historia “saben que el conocimiento que producen no es más que una de las modalidades de la relación que las sociedades mantienen con el pasado”.
En su charla, en el Paraninfo Enrique Díaz de León, el renombrado académico cuestionó hasta dónde llega la capacidad de la historia para producir conocimiento verdadero a la par de la memoria y la literatura.
“Las obras de ficción, al menos algunas, y la memoria, sea colectiva o individual, también dan presencia al pasado, una presencia a menudo más poderosa que la que establecen los libros de historia; de ahí la pregunta de cómo pensar la compatibilidad o la indisociabilidad entre la pertenencia de la escritura histórica, sea cual fuere la clase de los relatos y su capacidad para producir un conocimiento verdadero, específico y particular”, declaró.
Chartier cuestionó si los historiadores deben de optar entre la verdad de la ficción o la poesía de lo real, y reconocer que las formas adaptadas por la ficción al servicio de la verdad son múltiples.
“No se trata de afirmar que ficción e historia producen una misma verdad, sino de identificar en qué condiciones un texto literario, en su escritura y lectura, produce un conocimiento histórico sobre las realidades del pasado”, abundó Chartier.
Afirmó que historia y literatura “son dos modalidades que transmiten una misma verdad sobre el pasado y el presente”.
El especialista agradeció a la UdeG poder permitirle estar en la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar que asocia a los tres autores que han sido objeto de su admiración: el mismo Cortázar, además de Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes.
El director de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco Juan José Arreola, José Trinidad Padilla López, señaló que no es exagerado subrayar la importancia de Chartier en el ámbito de los estudios históricos contemporáneos, acerca de los imaginarios, el tiempo, la escritura, los libros y la cultura en general.
Recordó que el especialista ha sido nombrado Doctor Honoris causa por la Universidad Carlos III de Madrid y la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, además de haber obtenido un fellow como miembro activo de la Academia Británica.
Chartier se ha especializado en la historia del libro y las ediciones literarias; es profesor titular de la Universidad de Pensilvania y El Colegio de Francia, y Director de Estudios en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, en París.