En la actualidad no hay quien entienda mejor la función social y crítica del periodismo como Hugo Gutiérrez Vega, quien es un incansable promotor del buen ejercicio de esta profesión y de los quehaceres artísticos, y que en la Universidad de Guadalajara ha encontrado un excelente aliado para su labor. A cinco años de que se creara en la UdeG la Cátedra que lleva su nombre, y que utiliza como tela de maquila a la literatura y al periodismo cultural, el poeta tapatío habla de la realidad social actual, la histórica y del objetivo claro de la Cátedra que vive en su mente: acercarse a los jóvenes, difundir los conceptos generales del periodismo y de la literatura y sobre todo seguir apostando por la cultura, pues opina que “a pesar de todas las dificultades, somos un poco como el ave fénix, en este caso no nos queman, pero nos dan zapatazos y aun así levantamos la cabeza y seguimos adelante”.
¿Cuáles han sido los momentos notables del periodismo mexicano?
Yo creo que en la vida del periodismo mexicano hay muchos momentos notables y dignos de recordar, por ejemplo el periodismo crítico del periódico Regeneración, de los Flores Magón. En etapas anteriores, indudablemente el que fundó Hidalgo precisamente en Guadalajara y que tuvo tanta importancia en la abolición de la esclavitud. Hay periódicos a lo largo del siglo XIX que tienen también una actitud crítica, pero la mayor parte fueron sofocados por los regímenes autoritarios. También había una gran cantidad de revistas literarias, pensemos en dos emblemáticas: la Revista Azul de Manuel Gutiérrez Nájera y la Revista Moderna de Amado Nervo y de Jesús Valenzuela. Esas dos publicaciones mantuvieron la vida cultural del país durante muchos años, además de que hicieron crítica literateraria y también estudios culturales, sobre todo La moderna, de Amado Nervo, aunque su preocupación principal era de carácter artístico. Así es que ha habido muchos momentos muy brillantes en la historia del periodismo en México, periódicos como El hijo del ahuizote, por ejemplo, que fueron valientes, de mucha crítica política, otros que costaron la vida a sus directores en provincia, en la capital, en toda la república. También había periódicos y periodistas prohibidos como el de Trinidad Fuentes Santos, así como el trabajo de otro periodista desde la caricatura como José Guadalupe Posada, quien dio noticias de lo que sucedía durante las represiones del dictador Porfirio Díaz. Después, con el paso del tiempo recordemos el Excélsior de Julio Scherer que fue sofocado por Luis Echeverría.
Conocer estos antecedentes y saber de los conceptos del periodismo, y sobre todo el cultural, ¿es el objetivo de la Cátedra que lleva su nombre?
Lo que hace esta Cátedra es, en primer lugar, señalar los conceptos generales sobre lo que es el periodismo cultural y su función social. El periodismo cultural tiene la función de informar, es cierto, pero debe hacerlo objetiva y claramente; pero ante todo y sobre todo es un periodismo de opinión, por lo tanto, tiene que investigar para que la opinión esté basada en datos muy concretos de la realidad y que tenga rigor y seriedad. A mí lo que me interesa es ir a los campos universitarios y hablar con los estudiantes, yo asistiré a lo que pueda y daré lo que mis esfuerzos me permitan.
¿Qué actividades vienen para la Cátedra?
Para este año tendremos a Alma Guillermoprieto, que es una de las mejores periodistas del mundo y que estará dialogando conmigo sobre periodismo y realidad social en la FIL. Iremos a Autlán a dar un pequeño seminario e iremos también —todavía está pendiente— a Ciudad Guzmán, para el homenaje a Juan José Arreola. Para el año entrante hay muchos proyectos de la Cátedra. En otras áreas, la UdeG está haciendo un esfuerzo notable con el Programa Letras para volar, sacamos el primer número mío de Jorge Manrique, por su parte Fernando del Paso sacó un número de Lichtenberg y así saldrán tres números más, el de San Juan de la Cruz, que pertenece a mi colección y el que esté coordinando Del Paso, al igual que la que dirige Carlos Fernando Vevia Romero, que estaremos presentando en Ciudad Guzmán.
El poeta sigue con su diálogo y a manera de pésame dice que el periodismo en la actualidad es peligrosísimo “por lo que nos pasa a los periodistas”, sin embargo afirma que también es fundamental, por eso cree tajante y firmemente, que con la cátedra Hugo Gutiérrez Vega se nutre “la función del periodismo (que) es hacer crítica de la sociedad”.