Inclusión en acción en CUCEA

En el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), la Plataforma de Inclusión y Equidad no es sólo una iniciativa, es una respuesta a las necesidades de estudiantes que enfrentan situaciones de vulnerabilidad. Con un enfoque integral, este programa busca garantizar que nadie quede fuera del ámbito académico por circunstancias personales, eliminando barreras que van desde lo administrativo hasta lo emocional.

Imagina ser un estudiante enfrentando la presión académica, además, tener que equilibrar la vida como madre, o lidiar con una discapacidad, o enfrentar las barreras invisibles de la neurodiversidad. Es aquí donde el programa entra en acción, eliminando esas barreras que podrían parecer insuperables. Este programa, con un compromiso palpable hacia la educación inclusiva, extiende una mano amiga a aquellos que más lo necesitan.

El programa, dirigido por Ana María Zamora Mata, ofrece un abanico de servicios que se ajustan a las necesidades de estudiantes que son madres, padres, personas con discapacidad, neurodiversidad, enfermedades crónicas, diversidad sexual, origen étnico o con dificultades económicas. Entre los apoyos destacan las becas, préstamos de equipos de cómputo, modificaciones de horarios y bajas de materias, asistencia para la movilidad de estudiantes con discapacidad, e incluso la posibilidad de acceder a una sala de lactancia y ludoteca.

Carla Peña, quien realiza su servicio social en la Plataforma de Inclusión y Equidad, explica que su papel dentro del programa incluye proporcionar orientación de becas y apoyos, así como asesorar a los estudiantes para que puedan tener una trayectoria más llevadera dentro de CUCEA. «Asesoramos y damos acompañamiento», menciona Carla, enfatizando la importancia de crear un ambiente de empatía y solidaridad para estos estudiantes.

Por otro lado, Tania Esmirna Sarao Acosta, encargada del taller de lengua de señas mexicanas, compartió cómo el programa le ha permitido enseñar a los estudiantes una habilidad crucial para fomentar la inclusión de personas sordas. «He notado un gran interés por parte de los estudiantes, no sólo en aprender, sino en aplicar lo que han aprendido fuera del aula», comenta. Tania recalca que iniciativas como estas están ayudando a los alumnos a ser más conscientes y respetuosos con las diferentes discapacidades y diversidades dentro del campus.

Cada historia, cada servicio, cada apoyo brindado es una pieza más en el mosaico que construye una comunidad más inclusiva y equitativa en CUCEA. Este programa más que una respuesta a las necesidades actuales, es una propuesta para el futuro.

Si perteneces a uno de los grupos mencionados, el programa te invita a dar el primer paso. Regístrate, busca apoyo y forma parte de una comunidad que no sólo entiende tus desafíos, sino que está lista para ayudarte a superarlos. Porque en CUCEA, la inclusión es una realidad en construcción diaria.