Infancias, comienzo de la educación con perspectiva de género

Es en la escuela donde niños y niñas empiezan a visualizar comportamientos y formas de relacionarse, opina especialista del CUCSH

El lugar donde muchas personas comienzan con el proceso de socialización es la escuela. Aulas, patios y baños rodean y moldean nuestra manera de comprender los espacios y, durante muchos años, esta comprensión se ha desarrollado desde una mirada patriarcal. De los retos y visiones que llegaron a invisibilizar a niñas, adolescentes y mujeres durante años, se empezó a promover la educación con perspectiva de género, esto desde principios de los años 90.

“Las ciencias sociales han trabajado con el concepto de género como uno de los generadores de modificación en las investigaciones de algunas ciencias, como sociología, historia, ciencias políticas y todas las relacionadas con las humanidades. En el caso de la educación, la perspectiva de género busca ver cómo diversos cambios sociales han afectado o afectan la manera en la que hombres y mujeres se desarrollan”, comentó María de los Ángeles González Ramírez, profesora investigadora del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).

Para ella, la educación con perspectiva de género debe comenzar desde el preescolar y ser impartida hasta la educación superior: “Los niños y las niñas comienzan a visualizar comportamientos y formas de relacionarse y habitar el espacio desde muy temprana edad, el patio del recreo ha sido uno de los lugares más estudiados, en donde se apreciaba que los niños abarcaban casi todo el centro, mientras que las niñas eran desplazadas a las orillas, en los últimos años se han ido integrando nuevas políticas que permitan una recreación más equitativa.”

En los últimos años, la educación con perspectiva de género ha logrado acercar a las mujeres a tomar conciencia de las desigualdades sociales y de sus necesidades, llevándolas a la búsqueda de nuevas áreas de oportunidad que habían sido obstaculizadas por estereotipos de género.

“Uno de los avances más notorios que ha tenido la educación con perspectiva de género, es ver como cada vez más mujeres se interesan por carreras en las que la presencia de hombres había dominado por años; ingenierías, leyes, medicina, entre otras, se han posicionado en el interés de las mujeres. Sin embargo, esto también ha presentado que esas carreras dejen de ser consideradas como valiosas y ahí hay algo muy importante que tenemos que atacar: el machismo”.

Desde sus casas, las infancias comienzan a visualizar estereotipos de género que luego pueden llegar a ser replicados en otros espacios de socialización, como puede ser la escuela.

“Uno de los mayores retos que enfrenta la educación con perspectiva de género es el machismo, replicado por hombres y mujeres por igual, las madres tienen miedo que sus hijos se hagan más o menos hombres o sus hijas más o menos mujeres, cuando en realidad, niños y niñas precisan de las mismas herramientas para convertirse en personas funcionales. La perspectiva de género busca abordar eso, redefinir por qué pensamos lo qué pensamos y por qué actuamos como actuamos. Desde casa eso se puede afrontar con algunas actividades que eviten perpetuar la violencia de cualquier tipo”, afirmó.

“Profesores y profesoras tienen la enorme tarea de implementar estas nuevas políticas que incorporen en niños y niñas conceptos de respeto, equidad y valoración de todas las personas. Además, los padres de familia deben ser accesibles a estos nuevos métodos de educación, que lo único que buscan es crear una sociedad más igualitaria, en donde mujeres y hombres tengan las mismas oportunidades”.

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