El Centro Universitario del Sur (CUSur), con sede en Ciudad Guzmán, inició este martes 16 de marzo sus actividades como una de las sedes del Programa Nacional de Vacunación contra el COVID-19, y donde aplicarán entre mil 200 y mil 500 dosis diarias a los adultos mayores que viven en esa ciudad.
El CUSur es el módulo de vacunación más grande de Ciudad Guzmán. El Auditorio Adolfo Aguilar Zínser funciona como una gran sala, en la que 120 personas esperan la vacuna de manera simultánea.
El rector del CUSur, Jorge Galindo García, explicó que desde hace tres semanas realizaron la preparación de las instalaciones con rampas para discapacitados y los espacios para atención de los adultos mayores, así como la disposición del personal técnico y logístico que participa en estas jornadas.
«De las once hectáreas que tiene el centro, se ha destinado el ala norte para cubrir las necesidades, el auditorio con espacio para aproximadamente 120 lugares, con la distribución que se hizo para respetar las medidas sanitarias; además de las áreas de registro y los andadores acondicionados para quienes tienen problemas de locomoción», explicó.
Este trabajo fue realizado en conjunto con el Ejército Mexicano, la Secretaría de Bienestar Social y la Secretaría de Salud Jalisco, quienes estarán coordinando los cuatro días de las jornadas de vacunación.
Indicó que esperan llegar a mil 500 dosis aplicadas diariamente desde hoy y hasta el viernes próximo, debido a la alta demanda que la población ha mostrado en las primeras horas de este día.
Desde temprano los adultos mayores comenzaron a llegar a las puertas del centro para tomar su lugar. Cada paciente es recibido y sometido a un examen médico con toma de signos vitales para conocer si no cuenta con contraindicaciones de salud para recibir la vacuna, explicó la coordinadora del módulo, Lidia García Ortiz.
La también secretaria de la División de Ciencias de la Salud añadió que los adultos mayores llegan a un área donde se revisa su ficha de registro, datos generales y credencial de elector; luego, son trasladados al auditorio para recibir la vacuna, y donde deben quedarse por 30 minutos para vigilar alguna reacción adversa. Todo el proceso tarda entre 45 minutos y una hora.
En las jornadas participan 55 brigadistas voluntarios estudiantes del centro, además de 12 aplicadores de las vacunas y responsables del programa, personal del ayuntamiento que colabora en logística y atención a las personas.
«Hemos tenido una excelente respuesta por parte de nuestros brigadistas, que son estudiantes de diferentes carreras de pregrado y posgrado con las ganas y el humanismo de eficientar este proceso para que sea un bien para toda la población», señaló García Ortiz.
Josefina Montes tiene 90 años de edad y salir a vacunarse es una de las pocas cosas que ha hecho fuera de su casa por al aislamiento que ha mantenido desde hace un año.
«Lo he vivido con mucha mortificación por mis hijos, que no se me infectaran, todos están bien y me han tenido en la casa, no me dejan salir para nada, me acercan todo lo que necesito y van a visitarme. Vacunarme significa tener un poco más de confianza para poder salir. Ahorita nada podemos hacer, nos ha venido a cambiar la vida por completo esta cosa. Siento un poco de alivio y más confianza, espero que todo esté mejor para tener un poco más de libertad», expresó.
María Teresa Chávez tiene 74 años y fue una de las primeras personas en vacunarse en el CUSur debido a que tiene que moverse en silla de ruedas. Recibir la vacuna es un alivio para ella y su familia.
«Vinieron mis hermanas a anotarme al centro. Estuve desde las ocho de la mañana y ya me pudieron vacunar. Me siento afortunada y creo que es una obligación de nosotros hacerlo y un derecho que tenemos a la salud. Espero que no traiga complicaciones como se dice en las noticias. Sólo queda vacunarse, quedarnos en casa y seguirnos protegiendo», declaró.