El Instituto de Energías Renovables (IER) del Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá) presentó la cartera de servicios de consultoría en materia energética, agua y sustentabilidad, que incluye cursos de actualización profesional y de proyectos sociales para la transición energética y la reducción de la huella de carbono.
El Director del IER, Alberto Coronado Mendoza, destacó como principal objetivo del instituto el fortalecer la transferencia de conocimientos y tecnología a través de los servicios externos, que van desde la impartición de cursos y diplomados de actualización profesional, consultorías, proyectos de investigación, desarrollo e innovación, hasta evaluación de competencias laborales en las áreas de energía, agua y sustentabilidad.
“Porque cada una de nuestras actividades diarias tienen repercusiones en la huella de carbono. Esta huella es la que ocasiona el cambio climático, cuyas consecuencias vemos cada año con inundaciones, sequías, en la calidad del aire y con una cantidad de efectos nocivos para la misma especie humana”, apuntó Coronado Mendoza.
Planteó como misión del IER la formación continua de agentes externos con los investigadores para fomentar el cuidado energético con la instalación de fuentes de energía propia para mitigar el cambio climático.
“Es una constante formación tanto de los investigadores del propio instituto como de la Red Universitaria; la capacitación a empresas para llevar a cabo esa transición energética, ser más eficientes en sus procesos y promover la cultura del ahorro energético”, destacó.
La cartera de servicios del IER incluye la consultoría con diagnósticos energéticos y propuestas de mejora, y el cumplimiento de los códigos de red, versión 2.0, publicados en diciembre de 2021, código que obliga a todas las empresas a tener una capacidad instalada de más de un megawatt.
En el tratamiento del agua se ofrecen diagnósticos de calidad del líquido a través de estudios fisicoquímicos y degradación de color de influencias industriales mediante ozonación. “Esto es muy importante para las empresas, puesto que la calidad del agua es vital para ciertos procesos productivos y para el consumo humano”, precisó.
Además se ofertan cursos de actualización en el área de las redes inteligentes para trabajadores de las empresas, quienes operan de esas energías y el manejo de residuos.
En los proyectos sociales se ofrecen cursos en comunidades vulnerables. “En los proyectos sociales hemos dado cursos a comunidades desfavorecidas en el Área Metropolitana de Guadalajara sobre diseño y construcción de estufas solares y deshidratadores solares”, precisó.
Ahorro energético en industria, oficinas y planteles educativos
El Director del IER declaró que en lo energético se puede diagnosticar y detectar las áreas de oportunidad, ahorro y transición a energías limpias.
“El desperdicio de energía compromete nuestra competitividad de tal manera que se puede diagnosticar, hacer un inventario de los principales equipos consumidores de energía y ver cuáles equipos se deben reemplazar”, describió.
La industria productiva emplea motores con 70 por ciento de energía en los procesos de transformación y las oficinas hasta 60 por ciento en aires acondicionados, instalaciones donde, con un diagnóstico certero, se podría prevenir el desperdicio de energía.
El CUTonalá es un ejemplo en el ahorro de energía. Durante 2021 el plantel dejó de pagar un millón 700 mil pesos a la Comisión Federal de Electricidad y 2 millones 200 mil pesos en 2022. Además, el tiempo de inversión de la instalación de paneles solares se redujo de once a ocho años.