La Universidad de Guadalajara (UdeG), la UNAM y El Colegio de Michoacán anunciaron la creación de la Red de Estudios Multidisciplinarios de El Lago de Chapala para aportar evidencia científica sobre las problemáticas, políticas y estrategias remediales del lago.
La responsable del Cuerpo Académico Agua, Medio Ambiente y Sustentabilidad, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Alicia Torres Rodríguez, destacó el objetivo de la unión de esfuerzos interinstitucionales.
“El objetivo de la red tiene como propósito plantear estas problemáticas y resultados de investigación de cada cuerpo académico, mes con mes”, declaró.
Para la investigadora, el Lago de Chapala está en crisis por la actividad social y económica que propicia la contaminación, apropiación, despojo y desplazamiento de los habitantes de la cuenca de Chapala, y quienes se benefician con el agua potable.
“Una parte del problema es la privatización del territorio, el cambio y la transformación del Lago de Chapala que ha venido a repercutir hoy en la cantidad y calidad del agua que tenemos”, destacó Torres Rodríguez.
Para la profesora-investigadora del Departamento de Estudios Sociourbanos del CUCSH, Lucía González Torreros, la introducción de actividades no tradicionales en el territorio ha generado efectos sociales positivos y negativos que causan contaminación.
Por ejemplo, dijo, el cultivo de las berries generó dinámicas positivas y negativas: hay mucho empleo que propició una nueva organización social alrededor de esta actividad económica.
“La parte negativa es el empleo de químicos que antes no había y crean problemas con las descargas de los mismos por escurrimiento, que alteran el ecosistema”, precisó.
Entre los nuevos hallazgos que afectan a la salud de la población está la proliferación de algas, de acuerdo con el Director del Instituto de Limnología, adscrito al Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), Eduardo Juárez Carrillo.
Se trata del aumento de micro algas clorofitas y xenofitas; las últimas que crean sustancias nocivas para la salud.
“Estamos observando, con interés y alarma, el crecimiento de florecimientos algales nocivos de cerca de 20 millones de células por litro en el lago; una cantidad muy fuerte, y que crean sustancias tóxicas para el organismo”, detalló.
Además, continúa la proliferación de la lobina negra, micropterus salmoides, organismo originario de EUA que los pescadores atribuyen a la disminución de los peces de interés económico.
La investigadora de la Unidad Académica de Estudios Regionales de la UNAM, Sede Jiquilpán, Adriana Sandoval Moreno, dijo que su enfoque de estudio sociológico y antropológico se concentra en la actividad de grupos de pescadores y mujeres fileteadoras afectados por la contaminación del lago y la falta de políticas públicas para abordar el problema.
Para ello, planteó una solución con implicaciones ambientales, territoriales y sociales con el involucramiento de todos los actores de Jalisco y Michoacán, cuyos gobiernos tienen fragmentada la toma de decisiones e implementación de políticas.
“Las soluciones se pueden atender en la complejidad con los pescadores, las cooperativas, organizaciones de fileteo, gobiernos municipales, sobre cómo resolver el asunto de la colaboración y generar un plan de gestión de los bienes naturales involucrados en Jalisco y Michoacán para implementarlo en las dos entidades”, explicó.
El investigador de El Colegio de Michoacán, Octavio González Santana, destacó la urgencia de visibilizar el acceso del agua entre las comunidades rurales y urbanas, donde las últimas concentran el mayor porcentaje de disponibilidad para las ciudades.
“Hay que destacar el acceso a los recursos hídricos: cómo se reparte el agua en esta parte de Jalisco, la cuenca de Chapala y el sector urbano, que concentra el porcentaje del agua superficial y en el subsuelo, lo que implica una afectación al sector rural”, informó.
El profesor-investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Ángel Omar Aldape García, dijo que avanza el proyecto de investigación sobre el manejo de residuos sólidos en las comunidades indígenas de Mezcala, San Pedro Itzicán y Agua Caliente, para disminuir la basura que llega al lago.
Además de los cuerpos de investigación de la UNAM y de El Colegio de Michoacán en la red de estudios multidisciplinarios, de la UdeG se integraron cuerpos de investigación del CUCSH, CUCBA, CUTonalá, CUCiénega, y están por sumarse del CUCEA y del CUCS.
En la red intervienen biólogos, economistas, sociólogos, antropólogos, abogados, historiadores, geógrafos y politólogos.