La usabilidad y la adopción tecnológica

Desde el año 2005, el segundo jueves de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Usabilidad, que tiene como objetivo concientizar sobre el uso y acceso a las herramientas tecnológicas y el manejo de las TIC's

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La tecnología avanza a un ritmo tan acelerado que, en muchas ocasiones, la penetración de un producto o servicio no alcanza a consolidarse en el mercado porque ya se desarrolló una nueva mejora al dispositivo o la aplicación.

Sin embargo, una parte significativa de este desarrollo es la usabilidad que tienen las herramientas tecnológicas, desde el diseño y la facilidad para manejarlas, hasta la brecha que se puede generar entre la baja especialización que tienen los usuarios en las Tecnologías de Información y la Comunicación (TICs) y la alta complejidad de un producto.

De aquí la importancia de resaltar el Día Mundial de la Usabilidad, conmemorado en más de 40 países y avalado como iniciativa por la Organización de las Naciones Unidas que, para el año 2020 se promueve con el tema de “Inteligencia Artificial centrada en el ser humano”, una propuesta para explotar más la IA en sistemas automatizados que potencien las capacidades del ser humano.

A pesar de los avances de los diseñadores y desarrolladores por generar tecnologías amigables, es decir, que son bastante intuitivas en su manejo, existen otras barreras que delimitan su uso, asociadas a la apropiación de la tecnología.  En este sentido, influyen factores como el aprendizaje, la accesibilidad, la seguridad y la confianza.

La brecha digital normalmente se asocia a la conectividad, sin embargo, también existe una desigualdad generacional de la población en el ámbito de las TICs; mientras un grupo se ubica en los llamados “nativos digitales”, niños y jóvenes que nacieron con el entorno tecnológico, existe otro identificado como “migrantes digitales”, representados por los adultos, quienes se ven obligados a interactuar con la tecnología como usuarios activos por su trabajo o estudios o bien como receptores de servicios; y un grupo más que se puede observar son aquellos que se resisten a adoptar cualquier medio tecnológico, también llamados “tecnófobos” donde principalmente se ubican muchos de los adultos mayores, si bien detrás de este tipo de comportamiento puede estar la falta de formación y la dificultad en el uso de la tecnología, que pueden reflejarse en el temor para interactuar con ésta.

La carencia de acceso a internet es otro factor que puede estar generado por la situación socioeconómica de los usuarios, o porque simplemente no ha llegado al lugar donde viven, tal como se indica en los resultados de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares, 2019 (ENDUTIH-INEGI).

En ésta se señala que un 50.7% de la población que tiene una computadora no tiene acceso a internet por falta de recursos económicos, pero un 15.9% es por falta de proveedores o infraestructura en su localidad. Por su parte, la seguridad y confianza en las TIC´s son otros componentes de rechazo para explotarlas a su máxima capacidad. En esta misma encuesta, los usuarios que realizaron compras por internet identificaron como obstáculos de la operación: la seguridad en el pago (28.9%) y la seguridad de los datos personales (7.9%).

En este contexto, es urgente generar las condiciones que permitan potenciar las TICs para lograr la inclusión digital en el país, abatir las brechas que persisten por las distintas situaciones que enfrentan los ciudadanos, así como crear diseños y desarrollos que faciliten la adopción tecnológica. La usabilidad es el parámetro de que la tecnología avanza, siempre y cuando la sociedad interactúe con ésta y dé las pautas para continuar con las mejoras e innovaciones para el futuro.

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