La IV Bienal de Novela Mario Vargas Llosa finalizó este domingo con la entrega del galardón Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa al escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez por su novela Volver la vista atrás.
La presidenta del jurado, la periodista Leila Guerriero, leyó el acta del jurado que describió la obra ganadora como un texto “con enorme habilidad narrativa y una prosa extraordinaria, esta obra trabaja con materiales de la realidad enhebrando el presente con los avatares del convulso siglo XX”.
“Basada en un admirable trabajo de investigación, la novela es un gran lienzo en el que se despliegan conflictos que marcaron nuestro tiempo, y en cuyo centro anidan las vidas de un puñado de personas que han sido impactadas por el peso de la Historia. Resulta así, a la vez, un mural de los enfrentamientos políticos e ideológicos más relevantes del siglo que pasó y un relato emotivo y perturbador, por momentos trágico, acerca de padres e hijos, legados y culpas, identidad y convicciones”, indicó al leer el acta.
“la voz narrativa, dotada de gran aliento y de recursos excepcionales, sabe cómo pulsar las cuerdas de lo grande y lo pequeño con una mirada sin concesiones, cargada de preguntas que nos atañen a todos”.
La argentina destacó la “investigación sin fisuras con un pulso narrativo magistral” que realizó Vásquez, quien presentó “una valiente interpretación de las vidas reales de sus protagonistas”.
El escritor peruano Mario Vargas Llosa agradeció a la UdeG por ser el escenario por segunda ocasión de esta bienal que concluye con la premiación de una obra que consideró como “una de las grandes novelas que se han escrito en nuestra lengua” por la complejidad de la investigación que el autor realizó.
Palabras de Mario Vargas Llosa: «creo que la novela premiada es una de los grandes libros que se han escrito en nuestra época». pic.twitter.com/DYlYUx2ly6
— Cátedra Vargas Llosa (@CVargasLlosa) September 26, 2021
El colombiano afirmó que la historia de su libro tuvo el reto de encontrar el espacio “donde las vidas privadas e íntimas chocan con las fuerzas tan misteriosas de la historia y de la política”.
“Este premio es especialmente importante por el lugar que ocupa la obra de Vargas Llosa en mi formación literaria, hablo de sus novelas, pero sobre todo de una cierta manera de ser escritor, de asumir el oficio literario que me fue revelada cuando era joven en libros como La orgía perpetua».
Vásquez compitió contra la argentina Selva Almada, la española Rosa Montero, la mexicana Carmen Boullosa y el chileno Alejandro Zambra, quienes fueron finalistas del premio.
Marisol Schulz, directora de la FIL Guadalajara, coorganizadora de la Bienal, señaló que a las actividades de la bienal asistieron cerca de dos mil 600 personas y fueron vistas por 71 mil 900 espectadores de 27 países, gracias a las transmisiones en vivo realizadas por el Canal 44 y replicadas por redes sociales.
Reiteró que la UdeG será la sede de la V Bienal que será realizada en 2023.
Vargas Llosa defiende la literatura y la libertad
Durante una charla con Leila Guerriero y la escritora mexicana Rosa Beltrán, el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa afirmó que la literatura nos defiende contra el riesgo de perder la libertad más que las otras artes.
“La pintura, la música desde luego están ahí y son defensas que tenemos contra el riesgo de perder la libertad», dijo al respecto.
«pero creo que nada tanto como la literatura nos defiende frente a esa desgracia que es sentirnos de pronto un objeto del poder manipulador”.
En una amena charla, recordó los inicios de la generación del “boom latinoamericano”, que tuvo como epicentro París y Barcelona, y que calificó como una época en la que los escritores compartían la visión de que la literatura de este continente era importante y tenía algo que aportar al mundo.
Sin embargo, reconoció que en ese movimiento literario no había mujeres pues en ese momento había prejuicios hacia la literatura hecha por ellas, pese a que había escritoras de gran calidad como Clarice Lispector.
“Se ha roto una especie de dique, cuando yo era joven había un prejuicio muy extendido en América Latina contra las escritoras mujeres, pero eso ha desaparecido, las mujeres están presentes en el mundo literario y en lugares de gran significación, tanto escritores como lectores han perdido u ocultado el prejuicio que tenían contra las escritoras y eso ha ocurrido en todo el mundo”, señaló.
Rosa Beltrán señaló que los autores del boom fueron “herramientas importantísimas para la libertad” en aquella época, no solo por el manejo del lenguaje en sus obras, sino por la forma de contar las historias que revolucionó la escritura.