Juntas hasta en el salón de clase

Desde que Bianca nació, ha acompañado a su mamá, Jacqueline Orta, durante su carrera universitaria en ambas sedes de CUCSH, La Normal (hoy CUGuadalajara) y ahora en Belenes. Los cambios los han vivido juntas, en compañía de docentes y estudiantes que han acompañado el camino de ambas.                        

“Empecé a llevármela a clase y pues Blanquita ha crecido ahí en la universidad, prácticamente con los maestros, aventándose tres clases de tres horas al día la pobrecita. Nunca he sentido que me hagan el feo por ella, porque sí me daba mucho miedo que algún maestro me fuera a decir algo”, explica Jaqueline, estudiante de la licenciatura en Historia.

“Bianquita generalmente se porta muy bien en clase, no es muy escandalosa, se pone a jugar tranquilamente y ahí anda. No es muy sociable, se te queda mirando como si te juzgara, me da mucha risa porque es toda seria, pero todo mundo la quiere mucho, a la gente le da mucha ternura y se nota mucho el cariño que recibe”.

Después de que Jacqueline pidiera una licencia de un año dentro de su carrera por las implicaciones de la maternidad, la reincorporación a la universidad tuvo una serie de ajustes que hasta el día de hoy siguen enfrentando ambas. Al inicio, Jacqui tuvo miedo de ser mal vista por el hecho de cuidar a la bebé dentro de un salón de clases.

Pero para su sorpresa, no hubo ningún comentario o inconveniente, pues tanto compañeros como docentes se involucraron en el cuidado de ambas, en una crianza horizontal, que se caracteriza por su naturaleza colaborativa y participativa, un espacio propenso a innovación y a enfrentar nuevos desafíos con confianza, esto según el articulo Crianza Vertical y Horizontal para la Formación de Actitudes Pro Positivas.

“Y pues mis amigos me ayudaron muchísimo, ahorita ellos ya salieron pero cuando estábamos juntos me la cuidaban si lloraba, la entretenían, me alivianó muchísimo que entre todos la cuidamos”, dice Jaqueline.                                                                             

Apoyos que resultan fundamentales, pues como en el caso de Jacqueline, las madres pueden enfrentar “burnout”, como respuesta inadecuada al estrés crónico que provoca el tener que cumplir con diferentes actividades y responsabilidades. Pues al ser la cuidadora principal de Bianca su sobrevivencia está en sus manos.

“Mi prioridad ahorita es ella, en segundo lugar el trabajo porque si yo no trabajo no tengo mis ingresos y en tercer lugar queda la escuela”, concluye.