El Festival Internacional de Cine en Guadalajara 39 (FICG39) abre las puertas al diálogo, conocimiento, ideas y argumentos que permean la industria para ampliar el panorama en el que se encuentra México; es por ello que, como parte de las actividades, el historiador Israel Rodríguez presentó su publicación El nuevo cine y la Revolución congelada: historia política del cine mexicano en los setenta.
El autor retrata el periodo echeverrista desde la perspectiva de la creación y proyección del cine en el país, tomando en cuenta películas con temáticas de protesta, intereses políticos, la privatización de la cultura y la búsqueda de interés de aquello que fuera interesante para los públicos según la idea del gobierno.
En la presentación le acompañaron Diego Zavala Scherer y el productor de cine Hugo Villa Smythe, quienes enfatizaron que el texto es una muy buena biografía de periodo histórica, la cual retrata a la perfección la relación de la política, la economía, el contexto sociocultural y el desarrollo del cine para con el mundo.
“El cine mexicano siempre es contado a partir de los periodos presidenciales, en el libro de Israel se muestra lo que ocurre en el periodo Echeverrista, desde la apertura democrática hasta las maneras de represión, con el estira y afloja que surgió a partir de los medios de comunicación, pasando finalmente por política, economía, industria y fomentos que surgieron a partir del Banco Cinematográfico de México”, comentó Zavala Scherer.
Durante la charla se adentraron en la creación de la Cineteca, la involucración de actores políticos en los grupos de producción cinematográfica y la censura que se produjo a partir de los medios, así como el hecho de tener financiamiento de creación de películas que nunca llegaron a proyectarse en la televisión.
Israel Rodríguez explicó que durante ese tiempo se intentó encontrar el argumento que congregara a los públicos mexicanos, sin embargo, este fue meramente manipulado por los medios de comunicación y la política, por lo que nunca se descubrió en realidad, y sigue sin saberse, qué es lo que quieren ver los mexicanos.
A esta idea, Zavala Scherer agregó que “nunca quedó claro para la política echeverrista dónde quedaba la película de autor, ni a qué se quería referir el gobierno cuando hablaba de que los públicos quieren un cine de calidad”.