“La escritura equilibró mi caos”

"Mar de luces lejanas", primer libro de Miguel Ángel Gómez, es publicado por Atípica Editorial

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Como sucede con muchos narradores, Miguel Ángel Gómez Caro (Tepic, Nayarit, 1977), inició su carrera literaria escribiendo letras de canciones y poemas, “llenos de lugares comunes; fueron mis inicios en la escritura, con un lirismo existencialista y desbordante”.

Primero, aprendió a tocar el bajo eléctrico y la guitarra acústica, formó una banda de rock durante la secundaria y entonces se animó a escribir sus primeras letras de canciones y luego poemas.

“En esa época no sabía qué hacer con mi vida, estaba confundido y creo que, de alguna forma, expresarme mediante la música y la escritura me hicieron seguir adelante, era lo único que equilibraba el caos y le daba sentido a lo que me rodeaba”.

Mar de luces lejanas (Atípica Editorial, 2019) es el primer libro de cuentos de Miguel Ángel, quien estudió Letras Hispánicas en la Universidad de Guadalajara, pero que se dedica, en lo profesional, a una actividad totalmente distinta: trabaja para una empresa global de tecnología, en el área de ventas.

¿Esta actividad ha influido en tu proceso de escritura, te da herramientas?

Pensé que sólo sería algo temporal, pero ya llevo doce años trabajando ahí. Desde que entré a esta compañía no dejé que la rutina ni la monotonía acabaran con mi creatividad. Durante un tiempo escribía poemas de amor en los que adaptaba lenguajes de sistemas y procesos con los que trabajaba día a día. Algunos eran humorísticos y otros didácticos. Ahora estoy más inmerso en la narrativa, y la mirada que tengo no sólo del lugar donde trabajo sino del mundo y mis vivencias en general permean mi escritura, aunque la mayoría de las veces me temo que no soy del todo consciente de ello.

Afirma Ricardo Piglia que la experiencia (que se extrae de la realidad) es un gran alimento de la literatura, ¿qué tanto hay de ello en tu libro?

Hay muchas experiencias personales en mis cuentos; sin embargo, en el momento de escribir ficción, al menos lo que yo intento hacer, es no transcribirlas tal y como sucedieron, siempre hay un hecho distorsionado, o algún elemento eliminado, algo nuevo, que es, a final de cuentas, lo que hace la literatura con la realidad: le da una luz nueva.

Mar de luces lejanas es tu primer libro de cuentos, ¿por qué este género?… Porque hay quien dice que lo que rifa es la novela.

No debería existir una rivalidad entre géneros, cada uno debe escribir lo que su naturaleza de escritor le dicte, cuento, novela, poesía, teatro, etcétera. Mi elección de escribir cuento fue para mí un movimiento natural después de la poesía. En el año 2014 entré a un taller con la escritora Ceci Magaña, y pude darme cuenta de que tanto en la poesía como en el cuento no debe sobrar ni faltar nada en cada texto, y esa manera de concebir la literatura es la que hasta el momento ha sido parte esencial en mi escritura.

¿Cómo lo concebiste, cómo lo fuiste escribiendo?

El libro surgió del taller de Ceci Magaña entre los años 2014 y 2016, todos los cuentos provienen de ahí. El que da título al libro, Mar de luces lejanas fue publicado por la revista literaria La Cigarra. Ese momento fue muy importante porque me dio confianza para seguir escribiendo, incluso hay una traducción al ruso de este cuento que se puede encontrar en su página de internet. El libro se concibió a través de un trabajo constante, cada semana se llevaba un cuento y era tallereado entre Ceci y los demás compañeros del taller. Pero no fue sino hasta el año 2018 cuando la misma Ceci Magaña y Ada Cabrales (escritora y excompañera del taller) fundaron Atípica Editorial, […] donde Mar de luces lejanas salió a la luz.

En este sentido, ¿crees en la inspiración?

Creo que es algo en lo que muchos creadores estamos de acuerdo, que surge sólo en ciertos momentos mediante el trabajo constante, no es una idea mía, lo decía Picasso, pero la he confirmado al escribir este libro. Dice la escritora y tallerista argentina Liliana Hecker que el verdadero acto creador inicia con la corrección, la transformación del texto, y estoy totalmente de acuerdo con ella.

Miguel Ángel admira a Rulfo, a Arreola, a Felisberto Hernández y Etgar Keret; y confiesa que de Hemingway, Faulkner y Cortázar, de forma consciente, ha seguido ciertas técnicas para construir sus cuentos, aunque no podría determinar el nivel de influencia de estos autores en su trabajo.

Mar de luces lejanas es un libro que establece pronto un contacto con el lector, porque le habla de situaciones cotidianas. Cuéntame qué hay en el libro.

El lector encontrará un libro que voltea a ver el pasado, la nostalgia, la niñez desde la imaginación e inocencia, o desde el punto de vista de la adultez; situaciones angustiantes donde los personajes no pueden escapar a un destino que es más fuerte que ellos.

La literatura no da para vivir, es un dicho común. ¿A Miguel Ángel qué le da, qué tipo de alimento?

Todas las disciplinas artísticas le dan al ser humano un alimento espiritual; en ese sentido, la literatura ha sido para mí una tabla de salvación y, al mismo tiempo, un gran placer que recorro en dos sentidos: el de la lectura y la escritura. Mi rutina es algo vertiginosa, pero siempre trato de encontrar un momento del día para la lectura, que es también uno de los alimentos esenciales del escritor.

 

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