Solemos pensar en crímenes y violencias en países en desarrollo, en barrios periféricos de urbes latinoamericanas o asiáticas, con nombres difíciles de recordar o, por el contrario, que suceden a la vuelta de la esquina.

Vivo y escribo desde México, así que nada de las prácticas de las violencias me es ajeno.

Pero la literatura no sigue la senda de lo políticamente correcto, se asoma a sitios en sombra, a sucesos que no solemos valorar en su justa medida.

Esto es lo que pasa en la novela La noche de plata (2020) de Elia Barceló. Barceló es la escritora de ciencia ficción y fantasía más reconocida en España, y ahora de manera inteligente, en los últimos años, con novelas como El color del silencio (2017), Muerte en Santa Rita (2022) y Amores que matan (2023) ha incursionado en el thriller y la novela criminal.

La protagonista de La noche de plata es Carola Rey Rojo, policía española de permiso que lleva a cabo una tarea extraña en la ciudad: ordenar la biblioteca de un hombre que acaba de fallecer, en la soledad de una casa señorial que esconde más de un secreto. Entre libros, obras de arte que son parte de un escenario embriagador y recuerdos dolorosos, el personaje de Carola y nosotros vamos reconstruyendo su historia, la de 20 años atrás, y los sucesos más recientes que sacuden el libro.

El escenario de La noche de plata es Viena; la de los palacios, los cafés con los fantasmas de Freud y Klimt, la música clásica, y claro, los mercados de Navidad que llenan sus calles de luces y sonidos y risas y juguetes de madera, y algodones de azúcar “insoportablemente rosas”.

Esta frase del inicio de la novela marca el tono de la narración: un universo centroeuropeo, festivo, civilizado, se transforma con la desaparición de una niña en un escenario del horror. La palabra es esa, horror, porque el miedo es algo permanente frente a lo desconocido, lo incontrolable, esa amenaza que acecha en las sombras de lo cotidiano, como en las novelas de Stephen King o en los cuentos de Anna Starobinets.

Barceló nos invita a acompañar a Carola en su viaje interior, entre su pasado y el presente, entre libros y misterios literarios y la historia oculta de la ciudad, entre la memoria laberíntica y las calles de una Viena llena de turistas, restaurantes y lujosos hoteles, ciudad que parece sacada de una postal o una foto retocada de Instagram.

La noche de plata es una novela que engancha porque su historia es algo que vemos cualquier día en las noticias, porque sus monstruos humanos son reales y terribles más allá de la ficción.

Pero también es una novela apasionante, porque la esperanza y el amor son los motores de la historia, y confiamos en que lo sean de todas las historias, aunque los finales no sean los esperados. Para eso, para soñar y para afrontar la realidad, también se escribe y se publica y se lee la buena literatura, como esta novela de Barceló.