El último libro de Rogelio Villarreal Macías, periodista, escritor y editor de la revista Replicante, desde el nombre, constituye una ironía y una crítica, principalmente (mas no sólo) a la izquierda mexicana. El titulo, El tamaño del ridículo, es fruto de una polémica que el autor sostuvo con una académica, en revistas y sitios de internet, que estaba fuertemente convencida del fraude cometido contra el Peje.
“Yo le decía que como académica su obligación era demostrarlo, no intuirlo, no pensar que con tantas triquiñuelas, el ‘Estado perverso’ había hecho un fraude única y exclusivamente contra López Obrador, pero no contra diputados, senadores y gobernadores”. La respuesta de la universitaria a este planteamiento de Villarreal fue de que ‘ante el fraude, el tamaño de la desesperanza del pueblo era enorme’. “Yo le decía que este era el tamaño del ridículo”, refirió el escritor, explicando la génesis del título de su obra.
Asimismo, el libro inmiscuye en su crítica a los “panegíricos” del orbe intelectual de izquierda, que apoya el movimiento de AMLO, figuras relevantes de la cultura nacional, como Monsiváis, los dos Villoro, Lorenzo Meyer, y revistas como Nexos, que el escritor tilda de “endogámicas y verticales, que tienen como principal interlocutor al Estado”.
En este sentido, si la polémica sobre AMLO y la diatriba política, ocupan la mitad del libro, Villarreal comentó que “los otros ensayos, reportajes y crónicas, las redondean, ofrecen un contexto del medio cultural en estos últimos tres años, porque también en la cultura hay poder, hay un verticalismo que hay que criticar”.
Sin embargo, el periodista, en El tamaño del ridículo, además de afilar palabras para criticar personajes de la vida cultural, política y del periodismo mexicano, desmenuza con lucidez y claridad fenómenos tanto culturales como sociales del México actual. Y en esto coincidieron los diferentes intelectuales disímiles González de Alba, Vanesa Robles, Héctor Villarreal y Juan Carlos Núñez, que presentaron el libro, en el marco de la FIL (el sábado 5 de diciembre).
“En este libro hay más respuestas que preguntas, más afirmaciones que dudas”, dijo el periodista y sociólogo defeño Héctor Villarreal, quien, además de destacar el estilo polémico y la “libertad que atraviesa todos los textos” de la obra, explicó que “Rogelio escribió un libro en que se trae virtualmente a todos los personajes con que quiere polemizar, y que nunca aceptaron debatir con él”.
En cambio, Juan Carlos Núñez, hablando del estilo del autor, comentó que “podremos estar de acuerdo o no con los planteamientos de Rogelio, pero su claridosidad es una virtud escasa en una cultura que nos enseña a hacer malabares lingüsticos para decir lo que pensamos, y en la que tenemos que aprender a leer entre líneas. En el Tamaño del ridículo basta con leer las líneas”.
Empero, la que “sufrió” más la lectura del libro fue Vanesa Robles, quien la comparó metafóricamente con las sobadas etapas del duelo: negación, rabia y aceptación. “Primero negué la realidad de la que habla, luego me enojé con las críticas. El problema es que no hay de otras, son lucidas e inteligentes, y por si fuera poco, son ciertas”. Por lo que, al final, después de llenarse “el estómago de bilis”, no le quedó más que la aceptación, porque “esté uno o no de acuerdo con algunos de los planteamientos de Rogelio, son tan brillantes y tan bien documentados, que no hay más que aceptarlos y admirarlos”.
En particular, estos dos ponentes se refirieron a las críticas a AMLO y a la izquierda mexicana, de la que, a la par de Villarreal, proceden, o en la que se identifican. ¿Por qué invertir tanta inteligencia y sagacidad, en la crítica política y en la polémica con López Obrador? ¿Por qué no se critica con la misma vehemencia también a la derecha?
A la primera observación, Villarreal objetó que “son cuestiones que marcan el rumbo de acontecimientos futuros, porque no solamente se discute en términos de coyuntura quien es y que es López Obrador, sino que también se está dirimiendo el futuro de la izquierda mexicana”.
En cambio, González de Alba, fue quien despejó la segunda duda. “Ya no hay nadie que dice de sí mismo que es de derecha. Ya no existe derecha en este país. Lo que sí hay, es la acusación desde el lado de la supuesta izquierda, de gente que se dice a sí mismo de izquierda, y que yo digo que son de derecha, ¡que algunos somos de derecha!”.
Con respecto a estas acusaciones, que tocan también a Villareal, por muchos de los textos que se encuentran en este último libro, el propio autor señaló que “es un descalificativo muy fácil, yo creo que esta llamada izquierda, autoritaria, de extracción priísta, ya no sabe y no quiere discutir, por lo que te tachan de imperialista y traidor; yo creo que la discusión tiene que ir mucho más allá de esto”.
Por esto, si en una frase se pudiera caracterizar El tamaño del ridículo, en palabra del escritor, esta sería “con esta izquierda, la derecha sale sobrando”. Un libro en que destacan, además, textos sobre fenómenos culturales contemporáneos que determinaron a una generación: como por ejemplo el texto sobre los moneros Jis y Trino ”quizás el mejor, en opinión del mismo Villarreal” Nortec, los “Mazahuas +cholos + skatos + punks” de la Ciudad de México.
El tamaño del ridículo. Notas sobre periodismo cultural y política está editado por la editorial de Guadalajara Arlequín.