Encerrada en una jaula, María Rosa pasaba horas confeccionando prendas ante la mirada de un público morboso que pagaba un real por verla en acción. De talla pequeña, sus manos tenían dos pliegues que le hacían tener más dedos.
Esto ocurría en una calle del Centro de la Ciudad de México en 1810 y fue documentado en una nota de espectáculos, que está recopilada en una antología periodística de los siglos XIX y XX hecha por José Emilio Pacheco.
Un día, la escritora María Jesús Barrera, egresada de Letras Hispánicas del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), dio con dicha publicación y pensó que podría reivindicar a esta mujer a través de la literatura.
«Cuando compré esa colección iba leyendo noticias brincándome de año, pero un día lo abrí en 1810 y venía una nota que decía que en la calle La Cerbatana, de la Ciudad de México, exhibían a una doncella de 20 años, ‘deforme’, que había ocasionado un espectáculo porque cortaba lienzos y cocía y la gente iba a verla».
La nota le conmovió de sobremanera, de tan solo pensar que María Rosa estaba entre barrotes y que el Virreinato y las autoridades de la Iglesia se prestaban a cobrar por verla, cual espectáculo de fenómenos (freak show).
Así fue cómo resultó el libro La vida secreta de María Rosa, que forma parte de la colección Letras vivas de Jalisco, que impulsa el escritor Dante Medina.
«Me puse a investigar cuál era la calle Cerbatana y ésta es la que actualmente se conoce como República de Venezuela, muy cerca de Santo Domingo. Ahí empecé a fraguar qué podía yo hacer con esos elementos que había leído».
«Releí la nota y no encontraba qué podía yo narrar y de pronto se me ocurrió que María Rosa, en lugar de ser la observada, fuera ella la observante de lo que transcurría en el primer cuadro en la Ciudad de México de 1810″.
La autora desarrolló una serie de investigaciones, desde históricas, como leer a González de Obregón y su libro Las calles de México, hasta entrevistarse con gente de talla pequeña que le permitiera entender a María Rosa.
«Descubrí la capacidad intelectual de mi personaje, y entonces utilizo varios elementos: la costura, hice una investigación sobe sastrería en la época».
«También decidí que ella había nacido en Guadalajara (pues la autora es originaria de esta ciudad) y que ella tenía todo el fervor patriótico de la época y buscaba la independencia en general».
Para María de Jesús Barrera hubo en todo momento preocupación por el tono del texto, que debía apegarse a la época. Al final, se valió de la ironía, porque el personaje aunque trabaja de lunes a viernes en dicho espectáculo, los domingos hace otro show pero en el que responde a preguntas que le hace el público.
Este libro no sólo busca reivindicar la idea de una mujer que fue violentada en su tiempo, sino que es una fotografía el México en que comenzó a gestarse el movimiento de Independencia.
Para la egresada del CUCSH, este libro se enfoca en en los factores sociales del México de 1810, que no son muy distintos a los de 2021.