A todos nos ha molestado alguna mosca; una jodona, inquieta, zumbona.
Pareciera que su único objetivo en su fugaz vida es la de hacerte cualquier momento incómodo, pues por más que des de manotazos ella insistirá o, quizá, si hay suerte, se aleje y nos deje en paz.
Esa peculiar situación, que une a toda la humanidad, es un punto de partida para reflexionar sobre la serie de cosas que a diario nos ocurren y a las que no le ponemos tanta atención, porque la mente va acarreada por la voraz cotidianidad que marca nuestros días.
Sin embargo, el escritor y editor tapatío Juan Fernando Covarrubias decidió ponerle un freno y reflexionar sobre cómo esos momentos quizá son los que nos dan más vida.
Esto lo hace en su más reciente libro Las disputas entre la mosca y el hombre, editado por Libros Invisibles. Se trata de una recopilación de 11 ensayos en los que trata todo tipo de temas que seguro hemos vivido y de los que no nos damos cuenta.
El título del libro viene de uno de los ensayos y se refiere, literalmente, «a las peleas que siempre tenemos con la mosca en todos los sitios: en las comidas, los descansos, en una entrevista. Uno siempre está tirando el manotazo. Luego nos vino a ayudar el invento del matamoscas, como una extensión del brazo para ayudar a deshacernos de esos animales que nos están molestando».
«Tal cual, el ensayo habla de las intromisiones que tiene la mosca en nuestra vida cotidiana, y, por su puesto, sustentado con referencias literarias de personajes que han tenido sus trifulcas con la mosca, como una larga cadena de insectos que rondan nuestras vidas».
El egresado de Letras Hispánicas del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) recuerda que la inspiración de este texto vino de un viaje que hizo con su familia a una cabaña, donde había demasiadas moscas cuando hicieron una carne asada.
«Era todo el tiempo estarlas quitando de la carne, el pan, la mayonesa abierta, de las bebidas. Fue a partir de esa experiencia que comencé a leer entre líneas de muchas obras literarias sobre cómo ese animal incursiona en estas situaciones», comparte.
¿A poco no te ha pasado?
El trabajo le roba tiempo a la vida, entonces por qué no robarle tiempo al trabajo para leer, sobre eso habla el primer ensayo del libro, titulado «El disimulo de las obligaciones».
Otro es «Itinerario de un robo», en el cual Juan Fernando cuenta sobre cómo se dio cuenta de que solía hurtar lápices. «Tenía muchos lápices en el escritorio, el maletín, en casa; tengo lápices que he robado de todas partes».
«Hay otro ensayo sobre el azar y cómo hay situaciones que devienen en nuestra vida de forma positiva o negativa, o sin ponerle calificación».
«También está ‘Alguien está muriendo’ en el que reflexiono sobre las muertes en mi familia: de mi bisabuelo, mi abuelo, mi abuela, mi papá; todos han tenido muerte de cama. Y de cómo en este momento, mientras platicamos, alguien está muriendo».
Uno más habla de Jesús Gardea, un autor mexicano que poco se conoce, y otro del novelista húngaro Sándor Márai, quien vivió las dos guerras mundiales y tuvo una vida increíble.
El tedio y el deseo de viajar es un tema común a estos textos, enfocado en cuando deseas salir de la realidad, aunque cuando llegas a otro lugar después deseas volver a donde estabas. Otro aborda la dificultad de caminar y pasear por la ciudad, y las pocas veces que ponemos atención a las fachadas cuando vamos por la calle.
«En general todos los ensayos tienen que ver con asuntos cotidianos. Es una manera de re-elaborar lo que uno vive todo los días», comparte el tapatío.
«No son ensayos académicos, sino que son diviertimentos, sólo por ‘ensayar cosas'».
«Esto es una invitación al aterrizaje a la realidad», dice a todos los lectores.