Las mamás son mágicas

Estudiar siendo madre puede significar una doble o triple jornada, así como esfuerzo y responsabilidad, aunque la modalidad en línea puede ayudar a hacer coincidir las diferentes actividades

Puede parecer sorprendente la cantidad de cosas que realizan las mamás en su día a día, un sinfín de actividades casi sin descanso. ¿De dónde sacan el tiempo para hacer tantas cosas? Victoria Romero y Aydee Chacón —ambas estudiantes del SUV de la UdeG— nos hablaron acerca de su labor como madres y alumnas universitarias. 

Vic —como la llaman sus amigos— tiene 24 años, hace tres tuvo a Emma —su hija— quién la ha acompañado durante toda la licenciatura. Aydee tiene 46 años y tres hijos de 21, 18 y 16 años.  Ambas coinciden en que no ha sido fácil estudiar siendo madres, porque existe una doble jornada o incluso triple en la que tienen que trabajar, maternar y estudiar en el mismo día. 

“Hay que organizarse y algo que me encanta de esta modalidad —el estudio en línea— es que es muy fácil hacerlo coincidir con nuestros tiempos”, menciona Victoria.

Aunque la habilidad de administración del tiempo puede ser una de las más usadas por las estudiantes para poder cumplir con todas las responsabilidades, es cierto que esto no es sencillo y a nivel personal les genera diferentes cuestionamientos.

“Como mamá a veces sentimos cierta culpa de decir: no le estoy poniendo la atención que debería a mi hijo, le presté el iPad, le puse las caricatura mientras hago las tareas de la licenciatura”, explica Vic, estudiante de Gestión Cultural, y esto es porque existe una carga social respecto a las responsabilidades que tienen que ejercer como madres más allá de sus actividades personales. 

Victoria dice que ella es una madre autónoma, un término que ha cobrado relevancia y que se utiliza para nombrar a las mamás que, más allá de su estado civil, se encargan de la crianza de sus hijos.

En el caso de Aydee nos dice que comenzó a realizar una maternidad autónoma un poco antes de iniciar con su licenciatura en Desarrollo Educativo, y aunque dos de sus hijos sean mayores de edad, la maternidad no deja de existir, las responsabilidades son otras, pero nunca se deja de ser madre. 

Las dos estudiantes concuerdan que como sociedad es importante que exista mayor empatía, pues se han encontrado expuestas a comentarios en las que se les cuestiona el estudiar como si se tratara de un privilegio y no de un derecho.

“A veces la gente te dice ya no estudies, quédate con tu hijo, ¿Para qué lo haces? Pero tienes que luchar por tu sueño, por superarte, porque es algo que te va a ayudar a sacarlos adelante”, menciona Victoria y añade: “Una palabra de aliento lo cambia todo y claro que lo hago yo sola, pero cuando alguien más me da ánimo se siente bien padre”.

El consejo que tienen Aydee para aquellas madres que están estudiando o para aquellas que tienen el deseo de hacerlo es: “Sí se puede, va a costar mucho trabajo, pero si quieres hacerlo va a ser posible”. 

Y Victoria concluye con una palabras dedicadas a su hija:  

“Las mamás somos mágicas y sacamos fuerzas, dinero y todo lo que implica maternar a un hijo… pero me gustaría que sepas que tus sueños siempre serán impulsados”.

Este contenido es resultado del Programa Corresponsal Gaceta UdeG que tiene como objetivo potenciar la cobertura de las actividades de la Red Universitaria, con la participación del alumnado de esta Casa de Estudio como principal promotor de La gaceta de la Universidad de Guadalajara.

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