Una trayectoria escultórica de más de medio siglo es la que muestra el artista Estanislao Contreras en Morfologías liberadas, la nueva exposición que ha llegado al MUSA Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara, con la curaduría de Javier Ramírez.
Las formas, los volúmenes y las texturas se hacen presentes a través del trabajo del escultor, quien inició su carrera a temprana edad y encontró en el manejo de materiales como la piedra, la madera y el metal una manera de expresión que en él ha trascendido a lo largo de los años.
“Mi gusto por la forma volumétrica se remonta a mi infancia. La talla en piedra y madera son mis favoritas. Algunas de mis esculturas las he trabajado a cielo abierto, en contacto con la materia originaria”, comparte el creador jalisciense.
“Me agrada ver las escarpas que están frente a mi estudio en la Barranca de Huentitán, que figuran bajos, medios y altos relieves».
«Para mí, estas son algunas de las primeras formas de la evolución de la escultura”.
La exhibición Morfologías liberadas está compuesta por 39 piezas de formas diversas, entre las que se encuentran algunas inéditas; varias de estas fueron elaboradas recientemente, apenas el año pasado.
Para Contreras, egresado de la primera generación de la carrera de Escultura de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara, sus mentores han sido clave para su desarrollo como artista y generaron profunda influencia en el trabajo que ha realizado durante toda su trayectoria.
“Esta exposición es un homenaje de mi parte al maestro escultor francés Jean-Baptiste Olivier Seguin, por la esencia de su enseñanza que me permitió extraerme del aprendizaje de la Escuela Mexicana nacionalista y participar en el movimiento de Ruptura de la escultura en México, y por la cual mi obra ha permanecido vigente”, añade.
“Estoy seguro de que algunas de mis esculturas van a sobrevivir mientras la tierra perviva en el espacio sideral”.