Académico de la preparatoria 7 revisó archivos judiciales, confidenciales, penitenciarios y eclesiásticos del periodo cristero en Jalisco
La historiografía de la Guerra Cristera, iniciada en 1926, destaca el papel de los hombres, sacerdotes y feligreses, enfrentados contra el gobierno para restringir la libertad de culto. Sin embargo, las mujeres católicas tomaron parte activa en el movimiento en actividades más estratégicas, desde la rebelión, la sedición hasta la conspiración y el espionaje.
De eso trata la publicación de Gibrán Eduardo Monterrubio García Enemigas de Estado. Mujeres cristeras acusadas de atentar contra la seguridad nacional en Jalisco, de la Colección Historia en Breve del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM.
“Es un trabajo que deriva de mi tesis de doctorado en la que investigué delitos federales y, en particular, delitos políticos y más aspectos relacionados con la justicia penal federal. Pero el trabajo surge como una propuesta en el séptimo Simposio de la Red de historiadores e historiadoras del delito en las Américas”, comparte Monterrubio García.
Tras el Simposio, Elisa Speckman Guerra, directora del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, lo invitó a profundizar en la historiografía de las mujeres como un grupo marginal cuya participación, se pensaba, fue limitada en la guerra.
“Resulta que encontramos en el archivo judicial pues expedientes de mujeres procesadas penalmente y vimos la oportunidad, la tomamos y desarrollamos el trabajo que trata de juicios penales y hacia mujeres por delitos políticos en la Guerra Cristera, en específico los relacionados con la rebelión”, precisó.
El texto aborda, de acuerdo con el profesor de la Preparatoria 7 del Sistema de Educación Media Superior, las experiencias de las mujeres acusadas de delitos como rebelión, sedición, conspiración y espionaje
El primer capítulo presenta el contexto de la Guerra Cristera en 1926; en el segundo capítulo trata los años 1927 a 1929, donde aparecen las mujeres procesadas penalmente y que formaban parte de un grupo secreto.
En el tercer capítulo, toca el delito de sedición y el complot que se da entre el 1932 y 1933, época cuando se reavivan los conflictos y surgen más conspiraciones católicas. En esa coyuntura, el Ejército comienza a desaparecer a los ex cristeros con una aplicación más fuerte del delito de sedición, desapariciones que podrían ser, de acuerdo con el historiador, el antecedente de la desaparición de disidentes políticos en la llamada Guerra Sucia.
“En el cuarto capítulo, sobre la conspiración, trata la Reforma Penal que comienza a aplicar, por primera vez en la historia de México, el delito de espionaje y conspiración, y son contra cristeros que abre la puerta al estudio de la historia del delito de espionaje”, relató el historiador.
La Guerra Cristera se ha investigado como un fenómeno cultural, social y religioso, y desde hace muchos años, es un tema muy explorado, pero, al parecer, los investigadores no habían advertido que la Reforma Penal giraba en torno a la Guerra Cristera, se reformó el Código Penal y desapareció la pena de muerte tras aplicarla a José de León Toral, asesino de Álvaro Obregón.
La reforma penal tenía dos objetivos fundamentales: conducir a México hacia la fase de la institucionalización de la revolución, que llega hasta con Lázaro Cárdenas, y reforzar los mecanismos punitivos contra grupos y contrarios al régimen, contra grupos de adversarios.
“La desaparición forzada nace ahí, porque hay otro delito que encontré en los archivos, el secuestro que no es como hoy lo conocemos que conlleva la extorsión y la privación de la libertad, sino que coincide con un delito actual, la desaparición forzada, y resulta que la mayoría eran católicos”
Para el trabajo consultó el archivo del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco; el de la Casa de la Cultura Jurídica de Guadalajara; el Archivo General de la Nación; las fotografías en el Archivo Histórico de Jalisco, y expedientes de complots en el Arquidiócesis el Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Guadalajara. Así como el archivo privado de la congregación religiosa de las hermanas josefinas con sede en la Ciudad de México y una parte resguardada en Tlaquepaque, Jalisco.
FICHA
FICHA
Enemigas de Estado. Mujeres cristeras acusadas de atentar contra la seguridad nacional en Jalisco. Gibrán Eduardo Monterrubio García
Primera edición Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, 2024 figuras ISBN 978-607-30-8789-6
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