La región de la Costa Sur albergó alguna vez a comunidades prehispánicas, cuyos vestigios fueron encontrados en “Las Urracas”, un sitio arqueológico descubierto por la académica de la Universidad de Guadalajara Lilia Oliver Sánchez y que cuenta con registro y aval del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
A unos 850 metros sobre el nivel del mar y a cerca de siete kilómetros de distancia de la ciudad de Autlán de Navarro, este espacio fue ocupado por pueblos prehispánicos desde hace aproximadamente dos mil años, explicó la académica del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).
“Las Urracas es un sitio arqueológico cuya ocupación parece ser muy larga y abarca varias culturas: hay indicios de presencia poblacional desde la fase o cultura tuxcacuesco –de aproximadamente dos mil años de antigüedad–, pero la mayoría de los vestigios encontrados son de la cultura aztatlán, que marca el apogeo cultural prehispánico en toda la costa del Pacifico, desde el Sur de Sinaloa hasta Colima, entre los años 800 y 1200 de nuestra era”, explicó.
Este lugar es excepcional no sólo porque es el único que no fue destruido por el desarrollo poblacional, sino por los vestigios arqueológicos que se han encontrado ahí, incluida una plataforma en la cima de un cerro cercano, que las especialistas creen que pudo ser un centro ceremonial.
Oliver Sánchez descubrió que en “Las Urracas” se asentó una ciudad tras seguir la huella de textos españoles sobre la región que datan de 1524-1525, cuando la expedición militar del conquistador Francisco Cortés irrumpió en los valles de Milpa y Autlán, y guiada por los textos del historiador autlense Rubén Villaseñor Bordes y la arqueóloga norteamericana Isabel Kelly; un análisis que se comprobó con el trabajo de campo realizado en diferentes periodos.
“Este sitio nos da una oportunidad excepcional para estudiar y conocer mejor la primera época de la ciudad de Autlán. Conocemos de la existencia de otros sitios arqueológicos en esta zona gracias a los trabajos de la arqueóloga Isabel Kelly, quien el siglo pasado llevó a cabo sus estudios. El INAH tiene un registro de sitios en todos los estados de la república, incluido Jalisco; sin embargo, lamentablemente, la casi totalidad de estos sitios, incluidos los que descubrió Kelly, han sido destruidos por actividades modernas. Es por esto que el sitio de Las Urracas, hasta la fecha, es excepcional, porque no ha sido destruido, sólo sepultado por el tiempo”, recalcó.
La historiadora, quien combinó este estudio con su responsabilidad como Rectora del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur), contó que desde 2019 elaboró, en conjunto con la arqueóloga Chloé Pomedio, adscrita al CUCSH, un proyecto de exploraciones y excavaciones del sitio auspiciado por la Universidad de Guadalajara.
Desde entonces han encontrado restos de tepalcates y figurillas que son estudiados por la arqueóloga y un grupo de estudiantes de Antropología y de Historia, apoyados también por alumnos de otras carreras del CUCSur.
“Este proyecto fue aprobado por el Consejo de Arqueología del INAH, al que se entregan informes anuales de los avances. En una primera etapa se trata de conocer la naturaleza exacta de los vestigios que se encuentran bajo tierra. Esta etapa todavía no se acaba, pero en una segunda se decidirán cuáles vestigios pueden aportar más información, por estar mejor conservados o más representativos de la vida y actividades de la época, y nos concentraremos en éstos”, concluyó.
Al estar en un predio propiedad de esta Casa de Estudio, el sitio arqueológico es protegido no sólo por el INAH, sino por las autoridades universitarias.