Las voces de la calle

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El Baratillo es el tianguis más extenso y quizá también el más ruidoso y musical de Guadalajara. Todos los domingos, a partir de las seis de la mañana y hasta después de las seis de la tarde, sus más de cuatro mil puestos se extienden por varios kilómetros. Muy cerca de ahí, en el barrio de Oblatos, la creadora escénica Claudia Anguiano pasó su infancia. Acompañada por los pregones y la programación radiofónica que sintonizaban los comerciantes, Claudia salía a curiosear. Aquellos recuerdos se convirtieron en la búsqueda principal que inspiró la pieza escénica documental Ambulante. Voces de la calle que estrenará en el Foro de Arte y Cultura, el próximo 24 de febrero junto al colectivo Bazar Teatro.

Luego de La fábrica, creación previa que integraba los testimonios de trabajadores del calzado, Anguiano vuelve al teatro documental para recuperar procesos de transformación social vinculados al trabajo e identidad de sujetos dedicados a oficios que se encuentran en extinción, sobre los que señala: “Para mí es importante reflejar el lugar donde vivo como ciudadana, documentar los cambios desbordados que sufre nuestra ciudad. Por otro lado, sentí la necesidad de visibilizar a personas dedicadas a oficios que yo veía de niña y que poco a poco se han ido perdiendo, es también un asunto de nostalgia. Ambulante me llevó a las calles, a largas caminatas buscando a quienes aún desempeñan tareas casi extintas. Conocerlos fue también descubrir su experiencia de vida al continuar con una tradición heredada y, hoy, casi perdida”.

El trabajo que todos desempeñamos participa de forma activa en la formación de nuestra identidad como sujetos. Sobre esta relación Anguiano señala: “Mi primera búsqueda fue directa en los lugares de trabajo. Me acerqué a un escribano, quería verlo en escena, en el interesante momento en el que escucha y recrea historias para otros. La relación que el escribano establece con sus clientes es conmovedora pues se basa en la confianza. Ahora apenas quedan cinco personas que mantienen este oficio. Me atrapó la forma en la que resisten —ellos y sus clientes—, a los avances tecnológicos. Ahora la comunicación es más impersonal, todo lo tenemos a la mano y no nos detenemos a pensar que esos oficios también nos identifican a nosotros, nos pertenecen. En esa crisis podría encontrarme también yo cuando cuestiono mi identidad respecto a mi trabajo como creadora escénica. Me siento en la lucha diaria por generar y cuestionar el hecho teatral desde lo social, es decir, también resisto a otros embates”.

Como directora escénica, Claudia sabe que este trabajo de observación y diálogo directo con sujetos requiere de una traducción estética para la escena que permita la  comunicación con el otro: “Como creadora, el teatro documental me lleva a lugares sensibles para entender a otro. Me fascina la posibilidad de mirar de cerca a los demás, saber que cada momento, aún con desconocidos, es una oportunidad de conversación. Ese diálogo inmediato me deja ver mis necesidades y las de los demás. Todos tenemos mucho que decir y compartir y mi tarea es llevarlo a escena. Ahora se trata de los oficios, luego vendrán otras cosas en las que pueda reconocer  mundos posibles, en ese sentido el teatro se convierte en el lugar ideal para contar y preguntarnos sobre nuestra realidad”.

Ambulante ocurre gracias a la presencia de la educadora popular Carmen García, del escribano José Luis Partida y del actor Mario Iván Cervantes, quienes tejen su discurso con el video documental de Jeanette Letrado y diversos diseños estéticos que juegan a favor del retrato que Anguiano construye con piezas cuidadosamente elegidas. La obra se presentará los días 24 de febrero, 2 y 3 de marzo.

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