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Ustedes tienen que combatir el racismo, el racismo reaccionario, con el racismo de izquierda. Eso quiere decir, a través de chistes que sean una burla hacia nosotros mismos y progresivamente se hagan sucios. Esa es la única manera. No esos idiotismos políticamente correctos, si realmente quieren combatir el racismo. Eso es lo que tenemos que hacer.
Video saludo de Slavoj Zizek para LOS SUPERDEMOKRATICOS

Lo que importa es lo que ocurre, no lo que se anuncia, lo que se publicita, lo que se muestra, lo que se ve en el programa marcado con una hora y un sitio, un par de nombres que no suenan ninguna campana y una pequeña descripción que ni siquiera deja dudas, sin una mera confusión: ¿Los superdemokraticos?
Los superdemokraticos es un blog que se escribe en alemán o español y se traduce al otro constantemente. Es un punto en el universo de información digital en el que coinciden 50 autores de 16 países y unos 15 mil lectores año, desde que en 2009 Rery Maldonado y Nikola Richter fundaron este espacio en respuesta a una convocatoria de la Agencia Federal para la Educación Política de Alemania con motivo del festejo por los 200 años de las independencias latinoamericanas.
La primera es boliviana, y se ha ido quedando en Berlín desde que hizo una estancia universitaria; la otra es del norte de Alemania, y aprendió español en las fiestas latinas del barrio inmigrante de Kreuzberg, donde tienen su base de operaciones. “Tenemos un enfoque generacional, no territorial”, dijeron en una entrevista con Radio UdeG; “El ensayo es la forma de expresión de nuestra generación. A partir de los blogs, la brevedad es la manera de comunicación global, en Facebook, en Twitter…”, continuaron.
En menos de 600 palabras, escritores escogidos abordan temas globales, sociales políticos y civiles desde su propia persona y circunstancia. Mediante el análisis de estas intersecciones, Los superdemokraticos procuran desmenuzar y complejizar la percepción de un mismo mundo visto desde dos regiones que coliden incluso en el título: “’Súper’ es una palabra global, que existe en todo el mundo; lo de ‘democracia’ es un ironía, porque solamente fomentando libre pensamiento se puede garantizar la democracia; la ‘k’ es porque así se escribe en alemán die demokratie. Nos gusta decir que es ‘espandeutsch’”.
Muchas son sus banderas: las desterritorialización de los ciudadanos, la promoción de referendos globales, la ampliación de la subjetividad, el libre pensamiento, y sobre todo la del comercio justo intelectual: “Tratamos de implantar un método de trabajo que capte recursos asignados a la cultura y redistribuirlos de otro modo. No tenemos prácticamente gastos de representación ni oficina, todo lo hacemos por medios sociales, internet y Skype. De este modo logramos destinar un 90 por ciento del estipendio para sostener una plantilla de 10 jóvenes artistas, creativos y programadores para administrar el blog, y para pagar sus textos a los intelectuales, cuyo trabajo de reflexión del contexto no suele ser remunerado aunque deber serlo”, explicaron.
Diciembre: Activismo literario. “Sólo somos artistas, ¿Qué podemos hacer? ¿Qué queremos hacer? ¿O qué nos negamos a hacer? ¿Llorar es lo único que podemos hacer?” Estas preguntas son la respuesta de Lilli Loge al tema del mes, por traer un ejemplo a cuento. Hay otras más ya publicadas y todavía otras por llegar, que apenas estamos a la mitad. Y hay un diario de la FIL, por si tienen curiosidad.
Para obtener un panorama más amplio del proyecto como va hasta ahora, de las “Polaroids fortuitas del individuo”, que sumadas han construido un puente entre dos regiones del mundo que si en algo coinciden es en los franceses (las referencias post y existencialistas son graciosamente las mismas), entonces la recomendación es descargar Los superdemokraticos. Una teoría político literaria, una selección de los mejores ensayos divididos en cuatro ejes –historia, cuerpo, ciudadano, globalización– de firmas variadas y menos distantes de lo que parecen, como Carlos Velázquez, Abbas Kiher, Fernando Barrientos, Sabine Scho, Rocío Cerón, Jo Schneider, Alan Mills y muchos otros.
Lo que importa es lo que está pasando, lo que importa es lo que ocurre. Y algo ocurre cuando se escribe, cuando se lee, cuando cooperamos y nos mezclamos con las ideas. Cuando como ellas y ellos, ya “no creemos en el primer mundo –ni el tercero, agrego– sino en el mundo”.

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