La diversidad multicultural en México está enriquecida por las 68 agrupaciones lingüísticas y las 364 variantes que la componen; de los doce millones de personas de población indígena, al menos siete millones hablan una de estas lenguas y un 9.2% son monolingües.
Aunque se reconoce la trascendencia de los usos y costumbres de los pueblos indígenas, así como su aportación cultural, sus lenguas maternas están en riesgo de desaparición; mientras que en 1930 el 16% de la población con cinco años y más hablaba una lengua indígena, en 2015 solamente representaba el 6.6%.
Por su parte, la UNESCO señala que el 38% de las siete mil lenguas de todo el mundo están en peligro de desaparecer, dadas las pocas posibilidades de interconexión con la población en general y que no forman parte de la enseñanza formal, lo cual obliga a las comunidades a comunicarse en el idioma que prevalece en el país de origen.
En este contexto, promover la educación multilingüe significa hacer posible una inclusión natural y de desarrollo para los pueblos indígenas; sin embargo, aún persisten las limitaciones para lograr la cobertura requerida en la asistencia a la escuela.
De acuerdo con el informe del Grupo de Trabajo Internacional para Asuntos Indígenas (IWGIA) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a partir de la participación de comunidades de once países, múltiples factores intervienen en estas barreras.
Estos son: la distancia entre la comunidad y las instalaciones escolares, que los obliga a transitar a pie por varios kilómetros para llegar al plantel al carecer de medios de transporte; la pobreza; la falta de infraestructura escolar sumada al desinterés de los padres de familia; los cursos impartidos en una lengua distinta a la que dominan y, en el caso de los jóvenes, la continuidad de estudios de educación media superior y superior se limitan por los embarazos tempranos o la falta de recursos económicos para salir de su aldea.
En nuestro país casi un 20% de la población indígena con doce años y más no sabe leer ni escribir, mientras que para la población no indígena este porcentaje representa el 3.5%.
En 2017, del total de la matrícula en educación básica, los hablantes de una lengua indígena representaron el 4.4%, mientras que en educación media fue de 3.4% y en educación superior el 1.1%, lo que demuestra que en la medida que aumenta el nivel educativo, se reduce el número de estudiantes.
Aunado a esta situación, el impacto del cierre de las escuelas, debido a la pandemia del SARS-CoV-2 en estas comunidades puede significar el incremento del abandono escolar.
El informe antes citado, advierte sobre la situación precaria para aplicar un modelo en línea, dado que en algunas comunidades menos del 50% tiene acceso a internet en el hogar y en algunos casos reportaron total nulidad de este servicio; además, en los centros educativos se reportó que solamente el 9% tenía internet y un 11% equipo de cómputo, lo que permite inferir la falta de habilidades digitales para la continuidad de los planes de estudio en línea.
Aunque el gobierno mexicano diseñó distintas estrategias de aprendizaje para los pueblos indígenas en el marco del Programa «Aprende en Casa», tal como la transmisión radiofónica en 15 lenguas distintas, acompañadas de guías de estudio para llegar a más comunidades, otros elementos se suman a la dificultad de acceso a la educación, que están relacionados con su economía, por la caída en las ventas de las artesanías y el desempleo.
El próximo 21 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Lengua Materna, en esta ocasión el tema está dirigido a «Fomentar el multilingüismo para la inclusión en la educación y la sociedad».
La pandemia nos ha dejado muchas lecciones para reflexionar otras maneras de generar sinergias, solidaridad y empatía por el bien común, en ese marco, la lengua materna de los pueblos indígenas debe tener el reconocimiento dentro de la educación formal como parte de nuestra cultura, pero sobre todo para abrir más espacios públicos a una población minoritaria que lucha por mantener sus tradiciones.
Fomentar su aprendizaje desde la educación inicial, acrecentar los mecanismos para tener redes de información multilingües es una tarea de todas y todos los mexicanos.