Leonardo da Jandra

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A raíz de la publicación de la trilogía Entrecruzamientos, Leonardo da Jandra se convirtió a mediados de los ochenta en uno de los exponentes más sólidos, versátiles, cuestionadores y provocadores de la narrativa mexicana contemporánea. En 1997 obtuvo el premio nacional de literatura Impar, con Samahua, donde retrata la idiosincrasia del costeño. Es además autor de las novelas Huatulqueños y En el corazón de un sol, del relato “Los caprichos de la piel”, así como del ensayo “Presentáneos, pretéritos y pósteros”, entre otras obras.

Guadalajara
Tiene a las mujeres más bellas, pero también a una de las sociedades más egocéntricas que hay en México. Aquí no han pasado del egocentrismo al sociocentrismo. Por eso está todo como está. Estancado, empantanado. Cada quien busca su porción de nutrientes dentro de este empantanamiento, sin importar que todos colectivamente no tengan destino. No veo inquietud. No hay nueva literatura, ni veo nueva pintura. Una ciudad con tanta riqueza no da lo que debería. Estoy convencido de que esto tiene su causa en la falta de solidaridad social. Algunos piensan que hacen falta nuevos liderazgos para cambiar a la sociedad. Esto ya no funciona. No va a venir ningún mesías a redimir. Creo que lo que se necesita es que los jóvenes tomen la rienda de su destino.

Norteamericanos y mexicanos
El norteamericano tiene miedo del otro. Tiene miedo de las enfermedades que llegan de fuera, miedo de los ilegales, porque para ellos son extraños. Sus películas de ciencia ficción lo demuestran. Por lo general no viene un ser superior del cosmos, sino rectoides, insectoides, criaturas raras. Siempre el otro es un peligro para los norteamericanos y eso constituye uno de los síntomas de decadencia. La cultura norteamericana es una de las culturas más “temorizantes” que han existido en la historia de la humanidad. En cambio la mexicana es todo lo contrario: bravucona, abierta, tirada para adelante. No va a ser muy fácil para los norteamericanos comernos, como ellos pretenden. Nosotros nos los estamos chingando desde los pies, no desde la cabeza.

Ruindad generacional
A partir de la segunda mitad de los setenta hasta la primera década de este siglo, la ruindad generacional ha sido sistemática. Ésta se caracteriza por el temor de muchos jóvenes a ser ellos mismos. Entonces optaron por recluirse en la realidad virtual, por aislarse, no compartir nada. Como resultado se perdieron tres generaciones acobardadas, que es necesario sacar de la historia. Actualmente hay una generación que barrerá con las ideas, con la literatura que no aporta nada, a semejanza de los insectos que quieren seguir creciendo y expulsan de su nido las deyecciones.

Guerra contra el narco
Es una locura. Una guerra perdida de antemano, además de completamente disparatada, digna de un Sancho Panza, como el que nos desgobierna. Después de este proceso de la lucha contra el narco y la tanatofilia que padecemos, va a empezar un cuestionamiento generacional, del cual no estamos muy lejos. Creo que Jalisco va a ser uno de los últimos estados en llegar a esta crisis.

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