LEONES NEGROS
La contingencia en materia salud por la pandemia del coronavirus Covid-19 no es ajena al futbol y en el equipo de los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara, desde que se emitió la recomendación, se suspendieron todos los entrenamientos colectivos en todas las categorías.
Sin embargo, el trabajo no ha cesado, pues el cuerpo técnico, en especial el preparador físico Salvador Ureña, ha sido el encargado de darles seguimiento a los jugadores, quienes reciben todos los días los trabajos que deben realizar para mantenerse en forma.
“No estamos totalmente parados, el estímulo que estamos empleando es con rutinas extenuantes de entrenamiento, no estamos bajando los brazos, al contrario, tratando de seguir con un trabajo fuerte, tratando de sostener lo más que se pueda al atleta en el mejor performance y poder llegar a lo que nos indique la liga en su momento, pero es muy complejo”.
Para afrontar esta situación atípica para el futbol, el cuerpo técnico de Leones Negros implementó una estrategia que incluye, además de videos diarios con las rutinas de entrenamientos, un cuidado especial también en la cuestión nutricional.
“La estrategia que implementamos en Leones Negros fue estandarizar horarios para comidas, para entrenamientos que son en dos turnos, tiempos para la interacción familiar y el descanso que también es muy importante. En el club les armamos a los jugadores un kit básico para llevar a casa, con material que nos ayuda a organizar las rutinas de entrenamiento para no descuidar la mayor parte de las cualidades físicas, en este caso me apura más la pérdida de fuerza, pero me parece que vamos bien”, dijo Ureña Carrillo.
Después de la primera semana de trabajo a distancia son diversos los retos con los que se ha topado el equipo de trabajo, puesto que cada jugador cuenta con diferentes espacios para realizar las actividades que se dictan, además de que la falta del trabajo en cancha es algo que se ha perdido por completo.
“Lo que más hace falta es el contacto con la pelota, las distancias que deben tener en cancha, el trabajo que es en grupo y ha sido difícil asimilar estar en casa, en un espacio pequeño para la actividad, pero creo que nos vamos adaptando para salir bien librados, la interacción con los muchachos es complicada, pero las situaciones adversas permiten sacar la mejor versión de nosotros y los muchachos están haciendo lo que les toca dentro de sus posibilidades”, compartió Ureña Carrillo.
Pensando a futuro, el preparador físico reconoce que necesitará de al menos 10 días para los trabajos de readaptación antes de reanudar la competencia, ya que antes de la suspensión, al Clausura 2020 le restaban tres fechas por jugar y el rendimiento de los jugadores deberá ser óptimo para encarar la recta final del torneo en la que se buscará un lugar en la liguilla.