Literatura sin fronteras

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La poesía puede estar presente en el cuento, la novela y la dramaturgia. Los límites entre géneros fueron generados con fines de clasificación por académicos, pero en la escritura éstos son mezclados, afirmó Dulce María Zúñiga, académica del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), quien participó como moderadora en la segunda mesa de diálogo literario “El cuento, la poesía y sus fronteras”, en el marco del Festival Literario LéaLA, que tuvo  lugar en la plaza de Cultura y Artes, de los Ángeles California, desde el 4 al 6 de octubre.

Cada escritor con su creatividad echa mano a uno y otro género. No tienen por qué ajustarse a las definiciones precisas de cuento o poesía, por ejemplo, dijo Dulce María Zúñiga.

Definió al cuento como una historia redonda con desenlace que cobra sentido en la brevedad y añadió que, en cambio, la poesía es una fuerza expresiva del lenguaje que es muy sugerente. Puede estar en  el lenguaje, en la apreciación, o “es algo que alguien puede proyectar en un paisaje, animal, una conversación”.

La poesía escrita echa mano de recursos como imágenes, metáforas y analogías. Si bien en un cuento, en la dramaturgia o la novela puede haber poesía. “Si uno lee Pedro Páramo, de Juan Rulfo, se da cuenta que tiene pasajes enteros muy poéticos, porque son evocativos, plantean sensaciones, imágenes, hacen evocaciones, y la poesía es así, tiene poder de transportar”.

En uno de sus cuentos, “Luvina”, en el que habla de un pueblo fantasma que está en las alturas, también hay poesía. Las descripciones a la que recurre el autor no son detalladas y realistas. El escritor procede siempre por analogías, comparaciones y metáforas. El lector puede sentir la soledad del pueblo, y ese aire que está constantemente soplando. El ambiente es misterioso y poético.

La poesía, por su parte, puede abarcar todas las manifestaciones del arte, y está presente también en la música, señaló la académica, pues “una de las características del lenguaje poético es su musicalidad y ritmo”.

Explicó que los géneros literarios nacieron y fueron clasificados por estudiosos. Ellos definieron a la poesía como lírica y que no contaba historias, excepto la épica. Sin embargo, las fronteras se han perdido, se han borrado y rebasado por los escritores.

Señaló que otro ejemplo de la mezcla entre géneros se encuentra en El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, novela de Miguel de Cervantes que tiene pasajes muy poéticos.

“Cuando el Quijote se pone a hablar de su Dulcinea y del amor hay poesía”, y añadió que en la misma novela hay también dramaturgia, cuentos y novelas dentro de la novela. “Con el Quijote los géneros literarios estallan”.

En este siglo XXI los poetas no escriben sólo en verso. Pueden también dibujar o recurrir a otro tipo de manifestaciones diferentes al lenguaje.

En la mesa “El cuento, la poesía y sus fronteras”, participaron los escritores  Alberto Chimal, quien fue acreedor en 1996 al Premio Nacional de Cuento Nezahualcóyotl, por El rey bajo el árbol florido, así como el Premio Nacional de Cuento Benemérito de las Américas 1998 y Premio Kalpa 1999 por Se ha perdido una niña; el poeta y narrador Francisco Hinojosa, conocido tanto por sus relatos y poemas como por su prolífica obra dedicada a la literatura infantil y juvenil, así como la poeta, guionista y dramaturga Carmen Boullosa.

La mesa tuvo lugar en La Plaza de Cultura y Artes—La Plaza—una institución que rinde homenaje al papel de los mexicanos, mexico-americanos y todos los latinos en la formación del pasado, presente y futuro de Los Ángeles.

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