La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL 2021) concluye este domingo con una asistencia de casi 252 mil personas y con 18 millones de espectadores en las transmisiones virtuales, quienes presenciaron las mil 621 actividades híbridas que integraron el programa de la edición 35.
En la conferencia de prensa para dar a conocer el balance de nueve días de la FIL, el Rector General de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, señaló que esta feria ayudó a reencontrarnos con los libros, pero también de manera presencial, luego de que el año pasado la edición 34 fue virtual.
Agradeció a Perú, país invitado de honor, que compartió todas sus tradiciones y su historia, y que vino a Guadalajara con un gran equipo de artistas, chefs y escritores que mostraron la riqueza de ese país.
“Haber tenido a esta gran cultura nueve días en Guadalajara para todos los mexicanos y los tapatíos, fue un gusto”,.
El Presidente de la FIL, Raúl Padilla López, dijo que “la vocación de la feria es presencial”, y esto se comprueba con las presencia de 251 mil 900 asistentes; de los cuales, 205 mil se congregaron en Expo Guadalajara, 35 mil en el pabellón de FIL Niños, que este año fue realizado en el Centro Cultural Universitario (CCU) para evitar aglomeraciones; ocho mil 300 en el Foro FIL, dos mil 400 en los salones del Hotel Hilton y mil 200 en las actividades de los centros universitarios de la UdeG.
Aceptó que la cifra de asistencia está lejos de los 850 mil que la feria registraba antes de la pandemia, pero fue “una cantidad importante que permitió un extraordinario flujo y manejo” para responder a las recomendaciones y medidas sanitarias, y generar buenas ventas para las editoriales.
En el aniversario 35 de la feria más importante en español se hablaron 21 lenguas diferentes y se congregaron mil 223 editoriales, de 37 países, que ofrecieron 240 mil títulos en el área de exhibición, se dieron cita tres mil 278 profesionales del libro y 35 agentes literarios de 27 agencias.
Diamela Eltit, Margo Glantz, Guillermo Arriaga, Mónica Ojeda, Antonio Ortuño, Sergio Ramírez, Claudia Piñeiro, John Boyne, Abdelá Taia, Uxue Alberdi y Nacho Vegas fueron sólo algunos de los 594 autores que, procedentes de 42 países, se dieron cita de manera presencial en la feria. Por otra parte, gracias a la tecnología, Joyce Carol Oates, Ken Follet, Paul Auster, Etgar Keret, Laura Restrepo y Jane Goodall se sumaron desde distintas latitudes del planeta, “y vivieron así la experiencia de la feria para regocijo de sus lectores”.
El programa FIL Pensamiento realizó 105 foros, en los que participaron personalidades como Carmen Aristegui, José Luis Rodríguez Zapatero, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Lorenzo Córdova Vianello, Porfirio Muñoz Ledo, Jorge Ramos, Ricardo Monreal, Héctor Aguilar Camín, Enrique Krauze, Jean Meyer; el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar y muchas figuras más, quienes con su presencia, dijo Padilla López, “consolidaron a la feria como un espacio democrático en el que todas las voces son escuchadas”.
La FIL se extendió más allá del recinto ferial para favorecer la sana distancia. En el CCU fueron realizadas las actividades de FIL Niños durante cuatro días, en los que hubo 560 sesiones de talleres con 34 actividades en la Librería Carlos Fuentes, 52 funciones de espectáculos y nueve proyecciones en la Cineteca FICG.
También hubo 93 actividades de FIL Joven, que incluyó 74 sesiones en preparatorias como parte del programa Ecos de la FIL.
Padilla López refirió que la feria tuvo un costo de 105 millones 900 mil pesos y tuvo un ingreso de 87 millones, por lo que tuvo “un déficit no menor”, pero que podrá ser amortizado con el flujo del siguiente año, en el que habrá más presencialidad. Además, la feria deja una derrama de 700 millones de pesos en diez días, “que contribuyen de manera efectiva para la reactivación económica del estado”.
Hubo mil 423 representantes, de 273 medios de comunicación de 17 países. La FIL tuvo mil 621 actividades, de las cuales 30 por ciento fueron virtuales, los estrenos en línea y transmisiones en vivo tuvieron un alcance de 18 millones de personas, en 30 países, por lo que “la virtualidad llegó para quedarse y será nuestra ventana para el resto del mundo”, advirtió Padilla López.
Marisol Schulz Manaut, directora general de la FIL, informó que se realizó un “cerco sanitario” importante en la feria, en la que prevaleció la alegría del reencuentro y en la que personal del Centro Universitario de Ciencias de la Salud realizó dos mil 649 pruebas aleatorias entre los visitantes para reconocer posibles casos de COVID-19, además de 56 pruebas PCR y 72 de antígeno, que los visitantes requerían para regresar a su país de origen. Todas las pruebas resultaron negativas.
Dio a conocer que 39 mil personas realizaron los cuestionarios de salud para ingresar a la feria, por lo que se puede afirmar que 78 por ciento de los asistentes cuentan con una dosis o esquema completo de vacunación, lo que hace que la feria se desarrollara en un ambiente más seguro.
Manuel Talavera Espinar, Embajador de Perú en México, dio a conocer que aunque la delegación oficial del país invitado de honor fue de 62 personas, al menos 200 peruanos han acudido a la feria por diferentes medios. En el pabellón de dicho país fueron mostrados mil 700 títulos, con 25 mil ejemplares de libros de 110 editoriales peruanas. La delegación desplegó 65 mesas redondas, conferencias, conversatorios y recitales, además de la exposición de artes plásticas, los nueve espectáculos en el Foro FIL, la muestra de 18 largo y cortometrajes y un festival gastronómico que tuvo una buena acogida.
“La delegación tuvo invitados de la costa, la sierra y la selva de Perú con el ánimo de poder mostrar nuestra diversidad cultural, literaria, académica y editorial, que se basan en nuestra diversidad étnica, lingüística y cultural”, dijo el embajador.
Pedro Villa, Coordinador General de la delegación peruana, señaló que para su país ser invitado por segunda vez a la FIL después de 16 años, en el marco del bicentenario de la independencia y tras la crisis sanitaria, “no sólo ha sido significativo, sino que es una gran e indispensable oportunidad para dar a conocer nuestras letras, nuestras voces, nuestras expresiones artísticas y nuestra producción editorial, y podemos decir que así ha sido”, concluyó.
