Aunque es bien sabido que los medios de comunicación en México están en pocas manos, poco a poco, medios impresos se articulan a dichas grandes cadenas de medios. Esto da como consecuencia, un detrimento de la diversidad deseable en el periodismo mexicano, señala el periodista, catedrático e investigador Raúl Trejo Delarbre.
Participante del Primer encuentro internacional de periodistas, efectuado en Guadalajara, los días 3 y 4 de diciembre, en el marco de la Feria Internacional del libro de Guadalajara, el investigador del Instituto de investigaciones sociales de la UNAM, habló en entrevista para Gaceta Universitaria sobre diferentes tópicos que atañen a los medios de comunicación, desde su inserción en la globalización, hasta el manejo de la información rumbo a los comicios del 2006, entre otros.
¿Cómo se han insertado los medios de comunicación de México en la globalización?
-La globalización ha implicado la incorporación de nuevas tecnologías, la omnipresencia de la televisión y, el uso del internet, pero más allá de los recursos técnicos, los medios no se han hecho cargo de esta globalización. No la han reconocido como un contexto de exigencia para tener mejores criterios profesionales y desempeñarse con más escrupulosidad. Hemos asumido a medias la globalización.
¿Qué opinión le merece el desarrollo de los medios durante el gobierno de Vicente Fox?
– La libertad que ya existía, que no inventó el presidente Fox, como a veces él lo dice, se ha mantenido. Es una realidad porque ha sido una exigencia de la sociedad. Sin embargo, los medios en estos años experimentaron un viraje drástico: de la subordinación que tenían los medios de comunicación al gobierno en los años 80 y 90, y al comienzo de esta década, muy pronto, en el transcurso de este gobierno, se afianzó la subordinación del poder político a los medios de comunicación. Y nada como el temor y la desconfianza del presidente mismo a los medios, ejemplifica la situación.
¿Qué pasa con la Ley de radio y televisión? ¿Por qué no hay un avance?
– Porque los concesionarios no han querido. Para decirlo claro, porque Televisa no ha querido. La semana antepasada, la Cámara de diputados aprobó reformas a la Ley de radio y televisión que permite abrir a subasta las concesiones para radio y televisión abiertas, con lo que queda atrás la discrecionalidad que a la fecha tiene el Estado para el otorgamiento de las señales a particulares. Estas reformas son extrañas, contradictorias, pero sobre todo riesgosas. Todo indica que esto no fue por una decisión espontánea de los diputados, sino por presiones de la empresa Televisa, y la cual esta imponiendo su criterio, por encima de todos los partidos en la Cámara de diputados.
¿Cómo visualiza el manejo de los medios rumbo a los comicios del 2006?
– Va a ser un manejo diverso que atenderá la pluralidad de opciones. Un manejo interesado, sobre todo en el caso de los medios más importantes, que estará condicionado por el gasto. Por el dinero nuestro, que los partidos van a invertir en los medios de comunicación.
En cuanto a contenidos informativos ¿qué ofrecen los medios en este momento?
– Tenemos un periodismo, lo mismo electrónico que impreso, mucho más de dichos que de hechos. Los medios mexicanos reproducen todo el día las mismas declaraciones y hacen poca investigación.
¿México está lejos de la creación de un observatorio de medios?
– No. Creo que están por abrirse varios observatorios. Lo importante será que haya criterios claros en su desempeño y vayan arraigándose, formando parte de y en la sociedad mexicana.
¿Qué pasa con los estudiosos de la comunicación en México?
-“Los pocos académicos que estudian la comunicación, no siempre se dedican de manera exclusiva a ello. Nuestras universidades, salvo a excepciones como la de Guadalajara, que desde hace años tiene su Departamento de Estudios de Comunicación Social, no cuentan con condiciones para dedicarse de manera concreta a este asunto. Muchas veces hemos tenido que alternar el estudio de los medios con la participación directa en los mismos, o con otras tareas profesionales.
Más de Trejo Delarbre
Raúl Trejo Delarbre nació en México en 1953, es doctor en sociología por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, maestro en estudios latinoamericanos y licenciado en periodismo por la misma facultad. Asimismo, es actualmente profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de esa casa de estudios. Columnista político en La Crónica de hoy y otros diarios mexicanos, y miembro del Instituto de estudios para la transición democrática, A.C.Es colaborador de la revista mensual Etcétera y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Autor de libros como: Las agencias de información en México (Trillas, 1989), La sociedad ausente (Cal y Arena, 1992), La nueva alfombra mágica. Usos y mitos de internet (Fundesco, Madrid y Diana, México, 1996), Volver a los medios. De la crítica, a la ética (Cal y Arena, 1997), Mediocracia sin mediaciones (Cal y Arena, México, 2001), entre otros.
En 1990 recibió la Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos, en el área de investigación en ciencias sociales. En 1994 recibió el Premio nacional de periodismo, en la rama de artículo de fondo. En 1996 la Fundación Fundesco, de Madrid, le otorgó el Premio Fundesco de ensayo.