Los anhelos, esperanzas y fracasos de los últimos cristeros son mostrados por Matías Meyer en un filme de 90 minutos, que ya fue estrenado en la Ciudad de México y exhibido en el Cineforo de la Universidad de Guadalajara, y pronto estará en salas comerciales. La película está centrada en la historia de siete cristeros. Las convicciones de esos hombres se topan con la cruda realidad, pero sus ideales no serán traicionados.
Para su película, Matías Meyer escogió a actores no profesionales. El único al que el público podría identificar es a Jesús Moisés Rodríguez, que encarnó a Jesús en Los bastardos (2008), dirigida por Amat Escalante.
La trama es narrada a ritmo lento, con planos abiertos, dejando espacios para la contemplación y reflexión. “El espectador se encontrará consigo mismo y sus raíces, verá imágenes bellísimas, paisajes impresionantes y actuaciones frescas”, promete Matías Meyer.
La película fue estrenada en el Festival Internacional de Morelia y en el certamen de Toronto. Ha estado en cerca de 30 festivales y obtenido seis galardones importantes. Entre éstos el premio Signis en el 33 Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano, celebrado en La Habana, Cuba, en diciembre de 2012 y premio Flechazo Cinelatino Toulouse.
El filme está basado en la novela Rescoldo, los últimos cristeros (1961), de Antonio Estrada, con guión de Matías Meyer e Israel Cárdenas. El director contó con la asesoría de su padre, el historiador Jean Meyer, especialista en la guerra cristera.
La idea de hacer una película sobre la cristiada surgió años atrás. En 2007, un año después de que Matías Meyer terminara estudios en la escuela de cine, su hermano mayor le sugirió que hiciera una película sobre el tema. Con la inquietud sembrada, preguntó a Jean Meyer si había una novela sobre el mismo y el historiador le prestó Rescoldo, los últimos cristeros. “Me sorprendió y obtuve los derechos. También leí los libros de mi padre”.
Matías Meyer es egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica de México. Debutó como director de largometraje con el documental Wadley, estrenado en el Festival Internacional de Cine de Rotterdam en 2008. Entre su filmografía se encuentran las cintas de ficción El Calambre (2009) y Verde (2006), así como el documental Moros y cristianos (2007). Los últimos cristeros fue una película filmada en Jalisco, Guanajuato y una parte de Aguascalientes.
El momento histórico
La trama de Rescoldo (1961) se desarrolla en la Segunda (cristiada). En esa época, allá en Durango, el nombre de Florencio Estrada no era desconocido para los tepehuanes de la sierra. El ranchero que bajo la bandera de Cristo rey volvió a tomar las armas en 1934, era uno de los hombres que no admitieron los arreglos de 1929. Estrada enfrenta la desaprobación de la Iglesia y del gobierno. Un juramento lo obligaba a defender su fe aun a costa de su vida.
La Segunda fue un brote de la guerra cristera (1926-1929), que tuvo como causa los enfrentamientos entre la Iglesia y el Estado. La mecha que encendió el fuego fue la entrada en vigor de la Ley Calles, que buscaba limitar o eliminar la participación de las iglesias en la vida pública y sujetarlas al Estado. La Iglesia católica adoptó como medida la suspensión de cultos. El repudio por parte de muchos católicos ocasionó que estallara el conflicto, que afectó sobre todo al centro de la república y tuvo como principal escenario las áreas rurales.
Al iniciarse la presidencia del general Lázaro Cárdenas (1934-1940), la reforma al artículo tercero que incluía la educación socialista generó oposición de los sectores católicos. Esto reactivó las presiones gubernamentales a finales de 1934 con el cierre de templos en 13 estados. En 1935 fueron 17 los que prohibieron el culto público. Todo esto dio lugar a la Segunda (cristiada), cuyo fin algunos autores lo ubican en 1940. En la misma participaron muchos inconformes con los arreglos de la Iglesia y el Estado, en 1929.
Para elaborar el guión de su película, Matías Meyer e Israel Cárdenas hicieron adaptaciones a la novela, que narra lo que sucede en el transcurso de dos años. La película trata sobre los últimos 15 días. Fueron suprimidas las batallas para mostrar el absurdo de la situación, pero la esencia de la novela está presente, considera el director.
