«Dime cómo te sientes y te respondo con un poema» se lee en un cartel pegado al lado de una joven sentada en Paseo Chapultepec.
Es Diana Geele, quien se atrevió a romper las barreras con desconocidos, quienes se acercaban con ella para encontrar sosiego en su alma; se acercaron más personas de las que ella imaginó.
«Entonces yo les mandaba a la página de uno de los libros y me decían: ‘esto que me leíste me quedó exacto'».
«Así, poco a poco, empecé a acercarme con personas desconocidas y romper estas barreras», comparte en entrevista para Gaceta UdeG.
Esta fue una de las estrategias de la estudiante de Artes Escénicas para la Expresión Teatral del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) para llegar a más públicos ávidos de consumir poesía, el lenguaje del alma.
Ahora, esta joven presenta su poemario Mármol, que ya puede adquirirse mediante la tienda en línea de Amazon y con ella misma en persona.
«Estos textos los escribí desde los 17 años y ahora estoy por cumplir 24″.
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«Hablo del amor a la adolescencia y cuando esa experiencia termina se transforma en el duelo de perder a alguien y luego el encuentro conmigo misma«.
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«Los últimos poemas son de introspección. Pues empiezo con problemas que hablan sobre los demás y termino hablando de mí«.
A decir de Diana, sus poemas parten de metáforas. «Trato de decir lo que siento poniendo en una imagen en específico y no decirlo explícitamente».
Dicha estudiante del CUAAD comenta que no fue del todo sencillo la autopublicación, por lo que ya trabaja en conocer otras gestiones para materializar su obra y llevarla a más lectores.
Sin embargo, el trabajo, dice, no se limita a sólo llevar sus textos a libros.
«En las calles pego pósters con frases y hago cartitas con textos y los dejo tirados por la calle para que la gente se los encuentre y les de curiosidad lo que es».
Para Diana, esto sólo es el comienzo: escribir, compartir y descubrir que lo que vive y siente la conecta con personas de todo tipo.
«A principio escribía mas de mí y cuando lo comparti dejó de ser mío».
Ahora, ella sigue con su labor de escritora de poemas, y con ello se le sigue viendo en encuentros de lectura en voz alta y también escribiendo, sobre los suelos de la ciudad, aquellas frases que ella sabe que podrán conectar a la gente con sus sentimientos y así darles calma.
