En México, el desconocimiento y la falta de información son factores que influyen en que las personas tengan prácticas de riesgo para adquirir infecciones
En el Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde atienden en promedio por mes 10 casos con enfermedades de transmisión sexual . Hay meses en los que la cifra es de 20 personas, siendo más mujeres que hombres, indicó Rodrigo Escobedo Sánchez, encargado del Servicio de Infectología de dicho nosocomio.
Agregó que además de la infección por VIH, hay, entre otras, casos de sífilis, gonorrea y, en ocasiones, de una manera subclínica que no se reportan como tal en consulta externa, infección por virus del papiloma humano.
Mientras que en el Servicio de Ginecología del HCG Doctor Juan I Menchaca, de la población que acude a ese nosocomio, son diagnosticados aproximadamente 3 casos nuevos por virus de papiloma humano de manera diaria; al menos un paciente por mes con infección de VIH, y al igual de casos de Hepatitis B y C; de Herpes, una o dos pacientes por semana.
Escobedo Sánchez señaló que en México hay un retraso en materia de educación sexual, pues el desconocimiento y la falta de información son factores que influyen en que las personas tengan prácticas que los puedan poner en riesgo de adquirir infecciones. Es importante, en este tema, la adecuada comunicación entre padres e hijos y las escuelas deben dar información clara, de maner que no sea malinterpretada su finalidad.
El especialista apuntó que las enfermedades de transmisión sexual pueden estar relacionadas con el consumo de alcohol o alguna droga, y que pueden ser causa de que las personas no estén totalmente aptas para la toma de decisiones. Además, la desinhibición pueden llevar a prácticas que sean factores de riesgo.
Los jóvenes constituyen el grupo más sensible para los procesos de infecciones de transmisión sexual, y es importante darles a conocer los riesgos que implican tener vida sexual activa, las posibilidades de enfermedades y tratamientos, y ponerles en claro que no hay curación para VIH; hepatitis B, el herpes genital e infección por virus del papiloma humano
Sergio Andrade García, jefe del Servicio de Ginecología del Nuevo Hospital Civil de Guadalajara «Dr. Juan I Menchaca», abundó que la infección por virus del papiloma humano es actualmente la más frecuente de transmisión sexual a nivel mundial. El uso de preservativo como medida preventiva va a disminuir la transmisión de esta enfermedad, pero no ofrece el cien por ciento de protección, dado que es un virus que puede estar tanto en mucosas como en piel.
Agregó que el preservativo femenino y el masculino no cubren por completo la zona genital, y en los roces puede transmitirse el virus. Por lo tanto, como medida preventiva se han recomendado, además, las relaciones monógamas, lo que ofrece una muy marcada ventaja sobre las personas que tienen múltiples parejas sexuales; los chequeos detallados sobre las posibles enfermedades de transmisión sexual que puedan ser portadores, y si es detectado un caso, tratarlo.
El especialista señaló que quien usa preservativo tiene 100 mil menos veces de posibilidades de adquirir el VIH, en comparación de quien no lo usa, además con los tratamientos antirretrovirales ha tenido un control aceptable de la infección, pero “no podemos cantar victoria en lo que se refiere a la curación total. El punto álgido está en encontrar un medicamento que en un momento dado pueda actuar en los ganglios linfáticos, y hay dificultad para que el medicamento llegue a esos niveles”.
En el caso de la hepatitis B es importante saber que aproximadamente en cifras muy similares se disminuyen los riesgos con el uso de preservativo, pero en el caso de herpes genital no alcanza estos niveles de protección, ya que las lesiones son multifacéticas, es decir tiene vesículas, pústulas, úlceras y costras en múltiples partes. Pueden estar en toda la región vulvar o inclusive en la región vaginal o monte de venus, es decir áreas que son vecinas a la región vulvar, y el preservativo no va a poder cubrir adecuadamente esas lesiones y la pareja sexual puede contaminarse.
Al igual sucede con las crestas venéreas generadas por el virus del papiloma. Hay verrugas de origen viral fuera de la vulva o en la región anal, pubis o monte de venus, en zonas que no son cubiertas ni por el preservativo masculino, ni por el femenino, y con el roce y contacto físico y los movimientos del coito pueden ocasionar microtraumatismos y con el continuo roce contaminar a la pareja sexual.
Destacó que hay otras cuatro enfermedades de las cuales hay aumentos alarmantes: la sífilis, del 82 por ciento en los casos del 2020 al 2021 en México, cuando antes eran raros los casos de pacientes que acudían a la consulta; el VIH aumentó 60 por ciento en el mismo periodo, cifra parecida a los casos de gonorrea, clamidia y herpes genital. Lo que indica que falta mucho por hacer en cuanto a aspectos profilácticos de educación sexual.
Andrade García comentó que el conocimiento y orientación que se le da a la población en materia de enfermedades de transmisión sexual puede ser la base del éxito en la erradicación de las mismas y es conveniente que desde temprana edad los niños que cursan nivel de educación primaria reciban educación sexual, un tema que es aconsejable que sea tratado por personal capacitado.
Para población adolescente hay programas interesantes para la educación sexual. Por ejemplo, a partir del 5 de septiembre iniciaron en el Hospital Civil de Guadalajara “Doctor Juan I Menchaca, pláticas en las cuales se informa sobre los diferentes riesgos de una vida sexual sin protección; signos y síntomas de las diferentes enfermedades; formas de prevención y tratamiento. Todo con el fin de que en un momento dado los adolescente vivan su sexualidad responsablemente,. además de prevenir embarazos no deseados.
Las charlas son de lunes a viernes, con duración de dos semanas, en las oficinas de Consulta Externa y en diferentes pisos del hospital “Doctor Juan I Menchaca.
Andrade García invitó a la población adolescente o la que en un momento dado tenga en mente el inicio de su vida sexual, a orientarse adecuadamente, acercarse con los profesionales de la salud que manejen estos temas para tener información verídica sobre cómo tener una sexualidad responsable.